Las barreras naturales que evitan el arrastre de ceniza a los ríos no están llegando al Miño o al Sil: “Reflexión”

La Xunta despliega medidas preventivas para evitar daños en las cuencas de los ríos donde tiene competencias y urge al Gobierno Central a hacer lo mismo: “Mano tendida”

Paula Pájaro Rives

Santiago - Publicado el

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El director de Augas de Galicia, Roi Fernández, confirma que ya están en marcha las primeras barreras naturales en zonas críticas como Ponteceso, Meaño y Vilaboa.

La Xunta se pone manos a la obra para extender barreras naturales y evitar el arrastre de ceniza de los incendios a los ríos.

Xunta

Dos operarios en el río Belelle, en A Capela

 La prioridad: proteger el agua potable

Tras los incendios forestales de agosto en Galicia, la Xunta ha puesto en marcha un plan urgente para evitar el arrastre de cenizas y contaminantes a los ríos, especialmente en la demarcación de Galicia-Costa. Así lo explicó en una entrevista en COPE Galicia el director de Augas de Galicia, Roi Fernández, que alerta de que estos fenómenos pueden comprometer tanto la calidad ambiental como el suministro de agua potable.

Baruk Domínguez

Un helicóptero de extinción capta agua en el río para sofocar el incendio que afecta a Quiroga (Lugo)

“Nos enfrentamos a dos riesgos principales: el aumento de la escorrentía y la contaminación del agua que usamos para consumo humano”, explicó Fernández. “Por eso, nos estamos anticipando a través de medidas de prevención y barreras naturales”. 

Barreras vegetales y empalizadas de madera

Entre las técnicas que ya se están aplicando en el terreno destacan las barreras anticontaminación fabricadas con la propia madera quemada. Según explica el director de Augas de Galicia, se trata de crear entramados de ramas y troncos para frenar el desplazamiento de partículas contaminantes y evitar que lleguen a los cauces fluviales.

Estas medidas se implementan tanto en los márgenes y laderas erosionadas como en los propios cauces, donde se están instalando pequeñas empalizadas transversales que funcionan como una segunda línea de contención.

“Con estas estructuras naturales buscamos estabilizar el terreno y atrapar las partículas sólidas antes de que lleguen a los ríos”, señaló Fernández. “Utilizamos incluso el propio residuo vegetal quemado, dándole un uso protector”. 

Zonas donde ya se actúa

Fernández confirma que las actuaciones ya están en marcha en Ponteceso, uno de los primeros lugares afectados por los incendios. También se han iniciado trabajos en Meaño, Vilaboa y A Estrada, donde los técnicos han identificado áreas con mayor riesgo de arrastre de cenizas.

Además, Augas de Galicia está realizando un seguimiento por satélite y cuenta con información aportada por el personal del medio rural para detectar zonas críticas. Una vez localizadas, se realizan muestreos del agua para verificar su calidad y se aplican las medidas preventivas necesarias. 

Sin alarmas por ahora, pero con máxima precaución

De momento, los análisis indican que la calidad del agua sigue siendo normal, aunque Augas de Galicia mantiene una vigilancia constante.

Carlos Castro/Europa Press

El incendio en el Concello ourensano de Larouco pasó el Río Sil en más de 15 puntos distintos y entró en Quiroga (Lugo)

“No hay motivos para la alarma, pero estamos tomando todas las precauciones posibles”, aseguró el director del organismo.

La demarcación hidrográfica Galicia-Costa, bajo competencia autonómica, es donde se están desarrollando estas actuaciones, dado que allí Augas de Galicia tiene desplegados recursos propios de mantenimiento fluvial durante todo el año

Petición de coordinación con el Estado

En cuanto a otras zonas de Galicia, como los ríos de la cuenca Miño-Sil (bajo gestión estatal), Fernández explicó que la Xunta ha ofrecido su colaboración, pero advirtió que la Confederación Hidrográfica aún no ha desplegado medios en el terreno.

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Río Miño

Según el director de Augas de Galicia, la Confederación ha comunicado que no iniciará actuaciones hasta el 15 de septiembre, lo que podría ser demasiado tarde ante las primeras lluvias de septiembre.

“Creemos que sería necesario que el Estado tuviese también herramientas de actuación rápida como las nuestras. Quizás este episodio sirva para poner ese debate sobre la mesa”, planteó Fernández.