25.000 personas residen en zonas de riesgo de inundación en Galicia: “Tenemos que saber dónde vivimos”

Augas de Galicia detalla la nueva estrategia con mapas predictivos y soluciones basadas en la naturaleza para minimizar los daños en las zonas más vulnerables 

Paula Pájaro Rives

Santiago - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Casi 25.000 personas viven en zonas con riesgo de inundación en Galicia. 

El director del organismo Augas de Galicia, Roi Fernández, ha detallado la actualización de los mapas de riesgo de inundación, una herramienta clave que se revisa cada seis años para identificar y mitigar los efectos de las crecidas. El plan no solo busca diagnosticar, sino también proponer acciones concretas para que la convivencia con los ríos sea más segura.

Retirada de vegetación en el río Basteiro

Una radiografía del riesgo cada seis años

Los mapas de riesgo son un documento gráfico que plasma las zonas donde los caudales elevados pueden afectar a la población y a los bienes. Según ha explicado Roi Fernández, su actualización es una obligación derivada de una directiva europea del año 2007 y se realiza en ciclos de seis años. "Asumimos que las inundaciones son fenómenos que van a ocurrir, son fenómenos naturales", ha señalado, insistiendo en que el objetivo es evitar sus efectos perjudiciales, especialmente en la costa, donde se concentran tres cuartas partes de la población gallega.

Xunta de Galicia

Panel informativo sobre posibles desbordamientos en el Río Mandeo, Betanzos (A Coruña)

Aunque la cifra de 25.000 afectados pueda parecer alta, Fernández la pone en contexto: Galicia tiene 30.000 kilómetros de ríos, de los que solo 50 kilómetros, repartidos en 47 áreas, están catalogados con el riesgo más alto. Estas zonas coinciden con grandes asentamientos como Vigo, Vilagarcía o Ferrol, donde al urbanismo se suma el efecto de las mareas, un factor "cada día más descontrolado". El impacto económico de las riadas se calcula a partir de los datos de las compensaciones de los seguros.

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Imagen de un río

Soluciones naturales frente al hormigón

La estrategia de Augas de Galicia se centra en reducir la presión sobre los ríos y devolverles su dinámica natural. Para ello, se impulsan las "soluciones basadas en la naturaleza", que consisten en crear áreas de inundación controlada aguas arriba de los núcleos de población. Como explica Fernández, se trata de habilitar zonas verdes o parques donde el río pueda desbordarse de forma segura: "desbordas el río en una zona controlada y quitas el riesgo sobre las viviendas y las industrias".

Desbordas el río en una zona controlada y quitas el riesgo sobre las viviendas"

Roi Fernández

Augas de Galicia

Estas soluciones, más "blandas" y económicas que las grandes obras de hormigón, se están estudiando en lugares como Sárdoma (Vigo) y Valdecorvos (Pontevedra). Sin embargo, su principal inconveniente es la necesidad de terrenos, que a menudo son privados o municipales, lo que exige una compleja coordinación con los ayuntamientos.

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Río y cascada en plena naturaleza

Fernández ha admitido que existe "bastante resistencia" por parte de los consistorios, que, aunque son los principales perjudicados, a veces se muestran reticentes por el alto valor del suelo en las  ciudades.

Históricamente, muchos servicios municipales e infraestructuras se han construido en terrenos inundables porque eran los que estaban disponibles. A esto se suma que muchos puentes y canalizaciones no están diseñados para soportar los caudales extraordinarios que se prevén. "Tenemos que ser conscientes de que hemos presionado los ríos, que son naturales, y ahora tenemos que recuperar un poco su espacio natural", ha afirmado el director de Augas de Galicia.

El ‘Merlín’ gallego y MODELOS PREDICTIVOS EN MARCHA

Para anticiparse a los eventos extremos, la Xunta cuenta con el modelo predictivo Merlín. Esta herramienta, desarrollada con la Universidad de A Coruña y alojada en el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA), procesa datos de MeteoGalicia, AEMET y sensores en los ríos para predecir con hasta tres días de antelación qué va a pasar, cuál será la mancha de inundación y qué altura alcanzará el agua. La información se actualiza cada 12 horas y es crucial para los planes de Protección Civil.

Roi Fernández defiende la transparencia, aunque a veces genere inquietud, como cuando se instalan carteles informativos en zonas de riesgo. "No nos podemos engañar a nosotros mismos, tenemos que saber dónde vivimos y cuáles son las consecuencias, si cuando se anticipa algo, no se toman las medidas oportunas", ha sentenciado, recordando que la ley obliga a que el riesgo de inundación conste en el registro de la propiedad.

No nos podemos engañar a nosotros mismos, tenemos que saber dónde vivimos y cuáles son las consecuencias si no se toman medidas"

Roi Fernández

Director Augas de Galicia

Actualmente, Augas de Galicia impulsa proyectos concretos en varios puntos. Entre ellos destaca un convenio de 3 millones de euros en Padrón que está pendiente de validación municipal, y una actuación "bastante ambiciosa" en Sada para recuperar el espacio de un río canalizado. También se trabaja en propuestas para Pontevedra, Vigo, Ferrol, Bueu, Corrubedo y Ponteceso, combinando la mejora de infraestructuras con las soluciones naturales para que Galicia esté mejor preparada ante futuras crecidas.

la experiencia del ayuntamiento pontevedrés de valga: "PENSÁBAMOS EN LA POSIBILIDAD DE UNA DESGRACIA"

El municipio de Valga lleva años luchando para paliar y solucionar los problemas de desbordamientos de sus ríos. El alcalde, José María Bello, ha explicado que la colaboración con la Xunta de Galicia comenzó hace unos 20 años para evitar que los vecinos tuvieran que ser evacuados de sus casas en zódiac, una imagen que se repetía cada invierno.

Para minimizar el impacto de las fuertes lluvias, se han llevado a cabo proyectos en colaboración con Augas de Galicia en el río Valga, el río Louro y el Regato da Devesa. Según ha detallado Bello, en este último "era donde más problemas había en viviendas, porque entraba agua en la casa".

La principal actuación ha consistido en ampliar los cauces, lo que requirió la ocupación de terrenos privados. El alcalde ha señalado que el convenio con la Xunta estipuló que el Concello de Valga asumiera el coste de los terrenos, mientras que la administración autonómica se encargó de financiar las obras. "Palió, pero importantísimamente, los problemas que había", ha afirmado.

La motivación para actuar nació de la preocupación ante una posible catástrofe. "Vimos lo que pasó en distintos puntos de España cuando entraba el agua en las casas, pues pensábamos que podía ocurrir algo, no de tanta magnitud, pero que sí que podía ocurrir", ha confesado el alcalde. Por ello, decidieron ponerse "manos a la obra" junto a la Xunta para ejecutar proyectos que "solucionaron en gran parte" el problema.

Aunque las actuaciones han sido clave, no se han demolido viviendas, pero sí galpones que tuvieron que ser expropiados. Bello ha destacado que, en general, no hubo conflictos para llegar a acuerdos, ya que "la gente es consciente de que eran unos problemas graves".

El alcalde ha subrayado que los vecinos entendieron la necesidad de las obras, valorando positivamente la seguridad por encima de la afección a sus fincas. "Salvo casos raros que tuvimos que ir a expropiación, la mayoría de los casos fue por acuerdo mutuo.

A pesar de los avances, Bello admite que siguen quedando algunos puntos conflictivos donde se producen cortes de carretera.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.