Finca Míllara: el arte del vino entre calor, paisaje y tradición

La uva, en su punto justo: Iván Olmedo, enólogo de Finca Míllara, explica que la viña atraviesa un momento clave de maduración. “El calor es beneficioso para la planta, pero si las temperaturas suben demasiado, podría producirse una parada vegetativa”, comenta.

Además, destaca que en esta etapa del año “é fundamental tener moita precaución para traballar na viña”, en referencia a la importancia de cuidar al equipo humano que trabaja en condiciones exigentes. “Hai que madrugar máis”, añade, como solución para evitar las horas de más calor. 

Siempre pendientes del cielo

El factor climático es siempre una incógnita. “Os viticultores sempre vivimos mirando ao ceo”, confiesa Olmedo, en alusión a los riesgos constantes de lluvia o granizo, fenómenos que podrían echar a perder toda la producción. Y concluye: “Ata que o viño non estea na adega, nunca se está tranquilo”.

Más que vino: una experiencia enoturística

Finca Míllara no solo es reconocida por la calidad de sus vinos, que se pueden adquirir incluso desde su propia tienda online, sino también por su apuesta firme por el enoturismo. 

Desde hace casi cuatro años, las puertas de esta aldea rehabilitada en Pantón están abiertas al turismo, ofreciendo visitas guiadas, catas comentadas y un recorrido por el proceso de elaboración del vino en un entorno único. “La gente vive una experiencia increíble”, asegura Olmedo.

Los interesados pueden reservar sus visitas directamente a través de la página web de Finca Míllara y sumergirse en una propuesta que combina paisaje, patrimonio y pasión por el vino.