El CD Lugo ante su futuro incierto: tres finales para evitar el descenso tras la destitución de Toni Seligrat
Con la bajada de categoría acechando y a sólo unas jornadas del final de la temporada, el equipo albivermello se encuentra en un momento crucial en su lucha por la permanencia en la Primera RFEF

Toni Seligrat ha sido destituido a falta de tres partidos para el final de la temporada
Lugo - Publicado el - Actualizado
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A falta de dos partidos fuera de casa y uno en el Anxo Carro, el CD Lugo se juega su futuro tras un doloroso 0-4 ante el Barcelona B, equipo que hasta esa derrota estaba en la penúltima posición. La decisión de Tino Saqués, propietario del club, de destituir a Toni Seligrat en pleno sprint final añade aún más incertidumbre a un equipo que, ahora más que nunca, debe superar su mala racha para evitar caer al pozo del descenso.
¿Revulsivo a última hora o fatalidad anunciada?
La destitución de Toni Seligrat, entrenador del Lugo, es un último golpe de efecto al que ya nos tienen acostumbrados los regidores del club del Miño, ya que el equipo atraviesa un momento delicado con tres jornadas decisivas por delante. Saqués, conocido por tomar decisiones de impacto, espera que el cambio de timón sea el impulso necesario para salvar al equipo de la categoría, aunque los plazos se agotan.
Tres finales y un destino incierto
El camino hacia la permanencia del Lugo pasa ahora por Tarragona, donde se enfrentará al Nàstic, equipo que lucha por entrar en la promoción de ascenso, y luego por recibir al Zamora, que ya no se juega nada, antes de cerrar la temporada en Amorebieta contra el colista. Las matemáticas no perdonan y cada partido es una final.
El CD Lugo vive una de las semanas más convulsas de su historia reciente. Con el descenso tocando a la puerta, el club lucense afronta tres jornadas cruciales que marcarán su futuro en la Primera RFEF. El golpe de la derrota por 0-4 en el Anxo Carro frente al Barcelona B, equipo que hasta ese momento era penúltimo, ha puesto al equipo al borde del abismo. El panorama es aún más sombrío si se considera que el Lugo se encuentra igualado a puntos con el Sestao River, club que actualmente marca el descenso.
Lo que parecía un equipo encaminado a la salvación tras una temporada irregular se ha convertido en una tragedia en el último mes. La noticia de la destitución de Toni Seligrat a tan solo tres partidos del final de la liga ha causado sorpresa y desconcierto en la afición y en el propio vestuario. ¿Es este cambio un golpe de efecto de Tino Saqués, dueño del club, para despertar a la plantilla en un momento crítico? O, por el contrario, ¿está este despido condenando al equipo a una caída inevitable?
El margen de error es mínimo, y la suerte parece haber dado la espalda al Lugo. El primer obstáculo en este sprint final será el Nàstic de Tarragona, equipo que pelea por entrar en la promoción de ascenso a Segunda División, por lo que no regalará nada. Sin embargo, un punto allí, aunque no sea el resultado ideal, podría aliviar la presión de cara al partido en casa contra el Zamora, un rival que no tiene aspiraciones, pero que podría ser un obstáculo psicológico para un Lugo con los nervios a flor de piel. Si el Lugo logra al menos un empate en Tarragona, la victoria en casa contra el Zamora sería vital para encarar la última jornada en Euskadi.
El cierre de temporada, en Amorebieta contra el colista, será una auténtica final. Si el Lugo llega con opciones de salvarse, el partido podría ser un auténtico todo o nada. Pero como bien saben los jugadores y la afición, enfrentarse a un equipo sin nada que perder es siempre un riesgo, y no se puede subestimar la peligrosidad de un rival ya descendido.
apoyo incondicional en los tres partidos clave
La afición del Lugo debe dejar a un lado las críticas y concentrarse en lo que realmente importa: alentar al equipo en cada partido, sin importar las decisiones del club ni los errores cometidos durante la temporada. Solo con un apoyo incondicional se puede crear la atmósfera necesaria para que el equipo enfrente este desafío con fuerza.
Este es el momento de la unidad. Es crucial mantener la concentración en los tres partidos que restan y creer que aún es posible alcanzar el objetivo. Si no se consigue, el descenso será inevitable, pero si jugadores y afición se mantienen firmes, puede que haya una última oportunidad para salvar al equipo del abismo.
Tres partidos, tres finales, y un destino que se decidirá en los últimos minutos de la temporada. El Lugo debe darlo todo para evitar caer en el olvido.