Una lucense llamó el pasado lunes a la Comisaría de la Policía Local, según una información que avanza hoy el diario El Progreso, para quejarse por las molestias que le estaban ocasionando a ella y a su familias las relaciones sexuales de sus vecinos, un encuentro carnal que, a su juicio, duraba demasiado y, además, era bastante ruidoso.
La llamada a la centralita de la Policía Local se produjo de madrugada y la afectada le explicó al operador que los vecinos que vivían en el piso de arriba estaban manteniendo relaciones sexuales “poco normales”, dado que, según su criterio, “duraban mucho”.
Además, según la información que firma Paula Vilariño, aseguró que los ruidos que provenían de la vivienda superior eran tan fuertes que ni ella ni su familia podían conciliar un sueño reparador.
El caso es que los agentes acudieron al inmueble, pero cuando llegaron a la vivienda de la denunciante esos ruidos ya no se escuchaban, por lo que no tuvieron que intervenir.