Santiago inaugura una exposición retrospectiva "necesaria" del escultor gallego Francisco Asorey
Medio centenar de esculturas del artista de Cambados se exponen en la Ciudad de la Cultura, incluyendo su obra monumental presente en buena parte de la geografía gallega

Una de las piezas más conocidas de Francisco Asorey
Santiago - Publicado el - Actualizado
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La Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela acaba de inaugurar una exposición que recoge una parte muy importante de la obra del escultor Francisco Asorey, una de las figuras más importantes del arte gallego del pasado s. XX y que lo reivindica como uno de los más influyentes de la escultura española del pasado siglo.
Bajo el título de Francisco Asorey, una recuperación necesaria, reunirá hasta el próximo mes de abril una selección de las obras más importantes del escultor que van desde sus primeras piezas, donde ya se vislumbran sus primeras elecciones estéticas, hasta las esculturas en madera en las que desarrolla una iconografía de claras raíces populares y un tratamiento singular de la policromía, pasando también por su obra monumental presente en toda la geografía gallega.
En total, se presentan medio centenar de esculturas y una decena de escayolas junto con dibujos, audiovisuales, documentos de época y herramientas de trabajo, además de cerámicas que ayudaron a popularizar algunas de sus obras más emblemáticas, para contextualizar y dar a conocer de la manera más completa la relevancia artística e histórica de Asorey.

Francisco Asorey junto con una de sus obras monumentales
La muestra cuenta con obras procedentes de numerosos museos, centros culturales y religiosos, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Pontevedra, el Museo Provincial de Lugo, el Museo de Bellas Artes de A Coruña o la Universidad de Santiago de Compostela, así como colecciones privadas de Gernika, Barcelona y Madrid, entre otras.
un renovador de la escultura entre lo universal y lo local
La exposición, que ha sido inaugurada con la presencia entre otros, del Presidente de la Xunta de Galicia y la alcaldesa de Santiago, ha sido comisariada por Miguel Fernández-Cid y coordinada por Carmen Asorey —nieta del artista y figura clave en la reivindicación de su vida y obra, se organiza en bloques temáticos que permiten comprender mejor las preocupaciones, intereses estéticos, evolución estilística y proceso creativo de Asorey.
Así, cada espacio expositivo actúa como una llamada de atención en su trayectoria desde los monumentos civiles a la escultura religiosa y los retratos, además del uso del color en la piedra, el desarrollo de una nueva forma de policromía, la obra en madera y la representación de la identidad gallega a través de la figura femenina

Alfonso Rueda y Goretti Sanmartín ante una de las esculturas de Asorey
Entre las piezas destacadas figuran algunos de sus primeros trabajos más notables, como Lo Jondo (1914) y Cabaleiros negros (1915); la escultura de San Francisco, que le valió la primera medalla en la Exposición Nacional de 1926; y esculturas femeninas como Naiciña (1921), Ofrenda a San Ramón (1923) y O Tesouro (1924), en las que sintetiza los valores de la cultura popular gallega y reivindica la resistencia del mundo rural.
También destaca el espectacular Cristo de Moià (1952), una obra de madurez que parte de los valores románicos para ofrecer una crucifixión inquietante y reflexiva sobre el sufrimiento y la inmortalidad.

Momento de la inauguración de la exposición de Francisco Asorey en la Ciudad de la Cultura
Durante la inauguración, Alfonso Rueda ha señalado que la muestra es un homenaje tanto al escultor cambadés como a la propia Galicia, por su capacidad de expresar en la piedra y en la madera a identidad de un pueblo abierto al mundo: "Asorey talló en la piedra el carácter de un pueblo. Esa Galicia orgullosa de sus raíces y abierta al mundo".
Y es que, como se apunta en la exposición, Asorey representa la simbiosis perfecta entre la tradición cultural gallega y la ambición de un arte universal, conectando su obra la Galicia rural y marinera con las grandes corrientes artísticas del siglo XX e integrando el realismo social, el simbolismo y la tradición barroca de esta tierra.
Francisco Asorey se relacionó durante su vida con intelectuales, escritores y poetas de su tiempo como Ramón Cabanillas, Antón Vilar Ponte, Castelao o Valle-Inclán, muchos de ellos vinculados tanto a las Irmandades da Fala como a la Xeración Nós y aunque no se interesó por la acción política, su defensa de los valores propios de la cultura gallega y de la educación como herramienta para el progreso del país marcó sus afinidades.
Vínculos que se hace visible en la exposición a través de esculturas y escayolas de escritores, así como de libros relacionados con ellos y con el propio artista.
Disfrutando además en vida de una enorme popularidad contando con el apoyo y admiración de la crítica, así como con la fama que le proporcionaron las reproducciones en cerámica, láminas y postales con imágenes de sus monumentos y obras más destacadas que incluso se utilizaron como reclamos publicitarios.

Cartel de la exposición Francisco Asorey, una recuperación necesaria



