¿Santiago o el Amazonas? Aríns denuncia dejación y falta de limpieza en el rural compostelano, convertido en selva tropical
A Cacharela denuncia constantemente problemas en Aríns, una zona rural de Santiago que sigue sin respuesta por parte del Ayuntamiento de Santiago

Adrián vive en A Cacharela, en Aríns
Santiago - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Los vecinos de A Cacharela, en la zona rural de Aríns, en Santiago, ya no saben a qué puerta llamar ni cómo denunciar lo que viven desde hace años.
Conviven con una realidad que se vuelve pesadilla en días de lluvia, tan numerosos en la capital gallega.
El mal estado de las pistas que conectan sus casas con el resto del municipio.
A través de la aplicación Línea Verde, una app que, en teoría, sirve para notificar incidencias a la administración local, tras varias reuniones con responsables municipales, denuncias por registro, comentarios a los distintos gobernantes… y un largo etcétera, los residentes han alertado una y otra vez sobre la falta de limpieza viaria, cunetas colapsadas y el deterioro progresivo del firme. A pesar de las promesas, hoy siguen esperando soluciones.
Uno de los vecinos, Adrián, ha relatado cómo la situación afecta gravemente a la vida diaria de la aldea. “O estado da aldea é deplorable”, asegura. Las cunetas están completamente anuladas, lo que provoca que el agua de lluvia, especialmente durante las tormentas intensas, corra libremente por la carretera como si fuera un río. Esto daña la pista, la erosiona y arrastra piedras, barro y maleza, lo que la hace prácticamente intransitable.
“El outro día a auga subía ata un cuarto ou dous cuartos de altura”, comenta Adrián. Las consecuencias no son solo visibles en la infraestructura: afectan directamente a la movilidad, a los vehículos —que sufren daños en amortiguadores y frenos— y en algunos casos incluso llegan a afectar viviendas. “Hai casas que están a un nivel máis baixo que a pista, e cando chove forte a auga entra dentro”, añade.

Piedras y maleza y muchos problemas cuando llueve en Aríns
sin solución a largo plazo
Aunque en ocasiones se han realizado trabajos de desbroce, los vecinos denuncian que la maleza cortada se deja en las cunetas, lo que contribuye a empeorar el problema en lugar de solucionarlo. “As cunetas están totalmente atrancadas, non recollen nin unha gota de auga”, afirma.
Según Adrián, una solución efectiva pasa por una limpieza en profundidad de las cunetas con maquinaria adecuada, para reabrir los canales de drenaje y evitar que el agua circule por la carretera. “Se se limpase ben, poderíase solucionar o 70 ou 80% do problema”, explica.
Mientras tanto, los vecinos continúan enfrentándose al deterioro progresivo de su entorno y a una sensación de abandono institucional que crece con cada tromba de agua. “Reclamamos varias veces, pero non hai resposta. Sentímonos impotentes”, concluye.
Esta zonas rural de la capital gallega sigue esperando no solo promesas, sino acciones concretas que garanticen su seguridad y calidad de vida.