Esta mañana de viernes, 30 de abril de 2021, será recordada por muchos en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal. Sobre todo por los hosteleros que, tras el tercer cierre obligatorio que ha durado 22 días, han podido montar sus terrazas desde primera hora de la mañana.

Una tarea hasta no hace mucho cotidiana, pero que en esta jornada ha tenido algo o mucho de especial ya que no se producía desde el pasado 7 de abril, jornada previa a que el 8 entraran en vigor el nivel máximo de restricciones por un brote que, pocos días después, alcanzó su pico con una incidencia acumulada que se disparó por encima de los 560 casos.

Un cierre de la hostelería que vino acompañado del cierre perimetral del municipio, donde durante tres semanas no se ha podido entrar ni salir sin causa justificada, y la prohibición de reuniones de personas no convivientes.

Desde entonces, la bajada de contagios ha permitido que, tres semanas y un día después, hayan vuelto a reunirse amigos y familiares, incuso alguno llegado desde otros puntos de Galicia, sentándose en una terraza a disfrutar de un café o de un vino y una caña.

DE LOS CHURROS, A LAS TAPAS

Los locales del entorno de los Jardines de Valle Inclán iban viendo cómo desde primera hora eran numerosos los clientes que se iban sentando en las terrazas para, como nos contaban dos amigas, Isabel y Antonia, disfrutar "y mucho" del primer café que se podían tomar en una cafetería desde hace tres semanas. Y más si, como en este caso, era acompañado de churros.

O Marcial, nacido en A Pobra pero residente en Vigo, que decidía aprovechar para regresar y disfrutar del fin de semana.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

Según pasaba la mañana, sobre las mesas de las terrazas de bares, cafeterías y mesones iba cambiando la vajilla y, del blanco de las tazas, se pasaba al cristal de vasos y botellas. Y es que el mediodía ha visto cómo se han vuelto a reunir pequeños grupos de amigos, jóvenes y no tanto, que no alternaban desde hace tres semanas y que agradecían poder disfrutar de nuevo de un buen vino o una caña, con sus correspondientes tapas y una buena conversación.

REAPERTURA DE INTERIORES, EL LUNES

El estreno del nivel alto de restricciones en A Pobra do Caramiñal coincidió además con la buena noticia de que, a partir de las 00.00 h del lunes, 3 de mayo, baja a restricciones de nivel medio, lo que va a permtir reabrir el interior de los establecimientos hosteleros con un 30 % de su aforo.

Una medida que algunos hosteleros consideran llega algo tarde, porque ya a finales de la semana pasada se podía haber adelantado el alivio en las restricciones y no provocar, como así va a ser, que los restaurantes se pierdan este primer fin de semana de mayo en el que coinciden la festividad del día del trabajo con la celebración del día de la madre.

Una perdida de negocio de la que se lamentaban Juanjo y Juan Carlos que, aún así, abrirán sus establecimientos todos estos días.

A pesar de este malestar por no haber podido aprovechar más el negocio este fin de semana, la sensación en general de los hosteleros era este viernes de alivio por poder reabrir, alegría por recibir de nuevo a los clientes y algo de preocupación porque un nuevo cierre supondría el fin para muchos negocios que, como nos contaba Marcial, sólo le queda tirar para adelante tras más de tres décadas al frente de su negocio.