Desde este próximo sábado vuelve a estar cerrada la localidad de A Pobra do Caramiñal, en el margen norte de la ría de Arousa. Se cierra perimetralmente, cierra la hostelería (que solo va a poder atender pedidos para llevar) y se prohíben las reuniones de no convivientes. Además se decreta toque de queda entre la 1 y las 6 de la madrugada.

Estas medidas se acordaron este martes el comité clínico que asesora a la Xunta en asuntos relacionados con el coronavirus, después de detectar un aumento significativo de casos activos y de contagios en la localidad.

Se da la circunstancia de que ya habían estado cerrados el mes pasado. Las restricciones dieron resultado entonces y se reabrió la actividad el pasado 30 de abril, pero la bonanza ha durado poco y la localidad da marcha atrás a partir del sábado.

Ribeira y Ordes, con hostelería solo en terraza

Además del caso extremo de A Pobra, la localidad vecina de Ribeira va a continuar en nivel alto de restricciones, lo que no implica límites a la movilidad (se van a poder desplazar a cualquier punto de Galicia) pero sí a la hostelería, que solo puede operar en las terrazas (no se puede utilizar el interior de los locales).

En esa misma situación está también Ordes, algo al norte de Santiago.

Otros pueblos, como Rianxo o Boiro, están desde el sábado en nivel medio, que en la práctica significa que ven reducidos los aforos máximos en la hostelería.

En el comité clínico de este martes se han analizado también otras cuestiones, como la posibilidad de ampliar de 4 a 6 en interior y de 6 a 10 en exterior el número de pesonas que se pueden reunir en Galicia como máximo.

También se ha analizado la posibilidad de relajar las medidas contra la covid que se aplican en conciertos y verbenas.