Una patrulla de la Policía Local de Ribeira, en A Coruña, se vio obligada en la madrugada de este jueves a retroceder y ponerse a resguardo de la agresión que estaban sufriendo por parte de algunos de los participantes en un botellón. Ocurría en la parroquia de Corrubedo, lugar habitual de vacaciones, después de que los agentes se personaran en una zona en la que un día antes ya tuvieron que actuar para dispersar otro botellón, identificado a varios jóvenes.

Algo que no pudieron hacer en esta ocasión ya que fueron recibidos a su llegada "a pedradas y lanzamiento de botellas", según confirma el alcalde ribeirense, Manuel Ruiz Rivas que explica en COPE que "los agentes tuvieron que replegarse ya que incluso hubo un joven que se llegó a enfrentar a ellos", de los alrededor de medio centenar que se encontraban en esa zona de la Avenida de Buenos Aires. Aunque los agentes lograron desactivar este botellón, lo hicieron "no sin cierto riesgo para su integridad física".

Se da la circunstancia de que han sido reiteradas las denuncias de celebración de este tipo de fiestas ilegales en las últimas jornadas en Corrubedo y otros puntos del ayuntamiento de Ribeira, como la playa da Corna, en Palmeira ya que, según explica el regidor, "una vez controlados los botellones en el casco urbano de Ribeira, estamos detectando que en otros lugares cercanos a playas, en el cantón de Corrubedo o el parque de San Roque se están convocando estos botellones, algunos por las redes sociales".

RIBEIRA, EN NIVEL ALTO DE RESTRICCIONES

Todo esto se produce en un ayuntamiento que, como el resto de la comarca costera de el Barbanza, recibe a miles de visitantes en estas semanas de verano, muchos de ellos de fuera de Galicia, agravado por el nivel alto de restricciones en el que se encuentra Ribeira, donde se mantendrá, al menos, hasta el próximo 21 de agosto.

Y que podría prolongarse aún más ya que, como asegura Ruiz Rivas, "Estamos preocupados porque la Incidencia Acumulada no baja de 200 casos de covid en las últimas semanas y un sector tan castigado como la hostelería, ahora segura, están pagado la actitud incívica de unos pocos".