Es importante vigilar la hora de cierre de los locales que visitamos, sobre todo si están automatizados, no hay personal y a partir de la una de la madrugada no se puede entrar ni salir.

Le ha pasado a dos chicas de Santiago de Compostela, que acuden a un gimnasio en el que no hay recepción. Se accede a través de una clave o de la huella dactilar, y antes de la una de la madrugada hay que estar fuera.

"A las seis de la mañana se levanta la verja y a la una se cierra", explica en Herrera en Cope en Santiago Sabela López, la responsable del establecimiento. No lo tuvieron en cuenta las dos afectadas, a las que se les pasó la hora y tuvieron que dormir dentro de las instalaciones. "Durmieron en el sofá de la entrada, tenían café agua...de todo".

La primera vez que se queda alguien encerrado

La primera reacción de las dos chicas fue la de avisar por WhatsApp a la dueña del gimnasio cuando vieron que se habían quedado encerradas, pero ésta estaba ya durmiendo en casa y no se enteró del percance hasta que se despertó.

Las deportistas, visto que no iban a poder salir del establecimiento decidieron tomárselo con calma y esperar al horario de apertura. No llamaron a la policía ni a los bomberos y decidieron echarse a dormir.

Afortunadamente, las chicas no se agobiaron. "Durmieron tranquilamente, era domingo y no había ruidos", cuenta en Cope la dueña entre risas. El encierro tuvo lugar la madrugada del día 13, es decir, de sábado a domingo.

En el gimnasio es la primera vez que se queda alguien encerrado, y el acontecimiento está revolucionando el local. "En medio de la clase de pilates nos están llamando las televisiones para contar lo que ocurrió".

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