La preocupación vecinal por la aparición de jeringuillas en la vía pública en Santiago no ha ido a menos. Todo lo contrario.

Las últimas aparecidas en el barrio compostelano de Santa Marta han generado la indignación, sobre todo de los padres con niños pequeños, que temen que estos sufran algún accidente con estos utensilios. COPE Santiago se pasaba por aquí y podíamos comprobar cómo, en una zona cercana a centros escolares o parques, aun se veían los restos de sangre de los pinchazos de personas drogodependientes que acuden a los alrededores a consumir.

El alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo, contaba en COPE que hay una investigación policial abierta por un punto de venta de droga, pero sin más detalles. Sí el concello de Santiago se comprometía a reforzar la vigilancia y a incrementar la limpieza de este tipo de residuos "delicados".

CASO DE JULEN, DOS AÑOS DESPUÉS

En la zona de Gil Casares en marzo de 2019 saltaban todas las alarmas porque un niño se había clavado una jeringuilla que resultó estar infectada con hepatitis C. La familia estuvo un año con el corazón en un puño, debido a las pruebas y exámenes médicos. El abogado Ángel Sáez de Asteasu explica para COPE Santiago que vivieron esos meses con angustia y con muchos protocolos que privaron al pequeño de una vida normal en el colegio o con su hermano mayor. Y es que tenían que ser muy cautelosos por si el niño pudiese estar contagiado: "El virus que portaba la jeringuilla abandonada en la cancha deportiva era portador del virus de la hepatitis c, cuyo desarrollo puede dar lugar a consecuencias irreversibles y hasta fatales".

En el momento del pinchazo, en 2019, Julen tenía 2 años. Tras los últimos análisis los padres respiran más tranquilos: ha dado negativo y está sano. En la actualidad, el pequeño está bien, pero la familia reclama que se garantice que esto no vuelva a suceder.

¿Cómo evoluciona el caso? Según hemos podido consultar aun no se ha resuelto la reclamación administrativa que formularon. Es el propio ayuntamiento de Santiago el que tiene que pronunciarse, siendo "juez y parte", en palabras del letrado. La familia de Julen reclama 20 mil euros por daños morales al pequeño y la misma cantidad para cada uno de los progenitores, al entender que hubo negligencia del concello de Santiago, cuya responsabilidad es velar por la limpieza de la ciudad, especialmente de las zonas infantiles.

"Esperamos que el Ayuntamiento asuma su propia responsabilidad, que nos parece evidente, en este caso. No debe olvidarse que esta jeringuilla estaba abandonada en un parque público, de juegos, donde los niños van a jugar". Explica el abogado familiar, Sáez de Asteasu.

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