39 escalones de escasos 70 centímetros de ancho por unos 25 de alto, diez metros de recorrido en espiral para salvar subiendo o bajando una altura de 9 metros y 80 centímetros.

Esos son los números que nos describen uno de los tesoros arquitectónicos del Castillo de Moeche. Hablamos de la escalera de caracol que comunica la estancia de armas con el paseo de ronda de la parte superior de la fortaleza.

Una joya de la cantería hecha en granito que, sin embargo, llevaba cerrada más de una década por razones de seguridad. Ahora, tras una minuciosa limpieza de la piedra y después de aplicarle un producto contra el verdín, el Ayuntamiento decidió volver a reabrir aprovechando la cita del Festival Irmandiño, cuando el castillo atrae más visitas y acoge actividades como el asalto infantil, programado para las 17.00 h. del sábado.

De hecho, en este fin de semana será posible su visita de manera gratuita.