Colocar una mantilla es todo un "arte" pero "sobre todo maña" reconoce el peluquero Manuel Gende para que quede "perfectamente colocada, las puntas alineadas y la teja derecha". Estos días de Semana Santa coloca en su peluquería Tesson, en la plaza de la Concordia, unas "20 mantillas diarias".

¿Qué elementos son necesarios para colocar una mantilla?

Un recogido bien hecho, una buena base, después una teja, dos peinas pequeñas, su respectivo broche y horquillas.

¿Es difícil colocarse una mantilla?

Manuel Cende asegura que uno mismo sí. Si te la colocan "es mucho más sencillo"

¿Cómo se coloca la mantilla?

En principio haríamos un recogido con una base

Luego colocaríamos las peinas totalmente derechas, "ni para adelante ni para atrás, que vaya bien sujeta".

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Y, finalmente, colocamos la mantilla, con su respectivo broche y las puntas "perfectamente alineadas". ¿Qué quiere decir las puntas perfectamente alineadas? Significa que las puntas de atrás "que van a la espalda, perfectas, y lo que va adelante, perfecto. Que vayan los dos lados, perfectos, de la misma altura", asegura Gende. "Que vaya perfectamente colocada. Eso es primordial", añade.

Gende apunta que colocar bien una mantilla lleva unos "20 minutos, media hora" después de haber hecho el respectivo recogido.

Grupo de mantillas de la Venerable Orden Tercera

Begoña Abaga Manteiga es una de las mujeres que procesionará en la Semana Santa coruñesa con mantilla. Ella empezó hace diez años "por una promesa, decidí dar un paso adelante y participar desde dentro. Entre todas las posiciones que se pueden ocupar dentro de la procesión, con la que mas me identificaba era con la mantilla". Explica que le daba "mucha pena" que se pierdan las tradiciones y que hacía falta también "un relevo generacional" por lo que hace un año decidió conformar este grupo de mujeres. Dicho y hecho y después de un año, en la procesión de la Virgen de los Dolores de este viernes, saldrán "como mínimo ocho mantillas". "Yo creo que ya es un avance", destaca Begoña.

Aquí no hay "ni arraigo ni tradición" por lo que las mantillas las consiguen "como buenamente puedo", en alguna tienda de Andalucía, en Sevilla. La mantilla es una prenda española que se popularizó en el siglo XIX y se usaba como señal de luto en conmemoración de la pasión y muerte de Cristo. Begoña explica que es una pieza de encaje con la que se adorna el cabello en momentos festivos o religiosos y que se complementa con una "peina".

Hay varios tipos de mantillas pero la que más se utiliza para la Semana Santa es la mantilla rectangular o "velo de toalla", que tiene un tamaño estándar de dos metros diez de largo por un metro diez de ancho. Después está la mantilla isabelina que es de tres picos y la goyesca. La mantilla tiene que ser de color negro salvo el domingo de resurrección que es de color blanco porque es la procesión del Jesús resucitado y Nuestra Señora de la Esperanza, "entonces se celebra la alegría. No es luto, se acabó el luto".

Subraya que con la mantilla "te sientes impecable, sobria, elegante, orgullosa y sobre todo muy, muy femenina".