Vacaciones que curan: los niños saharauis que ven el mundo con otros ojos desde Extremadura
Gracias al trabajo de Mario Balanzategui los menores reciben atención médica visual

Mario Balanzategui, profesional sanitario de Solextrem
Mérida - Publicado el
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Cada verano, decenas de niños y niñas saharauis llegan a Extremadura como parte del programa humanitario Vacaciones en Paz. Esta iniciativa solidaria les permite disfrutar durante varias semanas de una vida muy distinta a la de los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), y lo hace con un propósito tan social como sanitario.
“En lo que va de verano hemos atendido a cinco menores: dos niños y tres niñas”, explica Mario Balanzategui, profesional sanitario de Solextrem, un centro clave en la evaluación oftalmológica y auditiva de los pequeños.
Uno de los grandes objetivos del programa es garantizarles una atención médica básica que, en muchos casos, no está a su alcance en los campamentos. En Solextreme realizan revisiones completas: fondo de ojo, fotografía de córnea, presión ocular y seguimiento telemático con oftalmólogos.
No presentan tanta miopía porque tienen menos acceso a pantallas
Profesional sanitario de Solextrem
“Suelen venir con problemas como queratitis o conjuntivitis, sobre todo por falta de gafas de sol y hábitos de higiene distintos a los de aquí. No presentan tanta miopía como los niños de aquí porque tienen mucho menos acceso a pantallas y dispositivos”, aclara Balanzategui.
Y si el problema es leve, como astigmatismo o miopía ligera, les regalan las gafas. “Para nosotros no es gran cosa, pero para ellos les cambia la vida”, dice Mario con orgullo.
En palabras de Mario, lo que más emociona es ver la cara de un niño que ve con nitidez por primera vez. “Esa sorpresa... ya te reconforta todo”, concluye. Un pequeño gesto en verano que deja huella todo el año.