“Nos tocó sacar a la gente de sus casas de noche”: así trabaja Cruz Roja en el gran incendio de Jarilla
Ángel Cano, jefe de operaciones de Cruz Roja, relata cómo se organizan evacuaciones, asistencia y albergues

Ángel Cano, jefe de operaciones de Cruz Roja Extremadura
Mérida - Publicado el - Actualizado
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En medio del devastador incendio que ha obligado a evacuar a vecinos de varias localidades del norte de Cáceres, Cruz Roja se ha convertido en un eslabón clave en la cadena de emergencias. Ángel Cano, jefe de operaciones de la organización, ha explicado en COPE cómo trabajan sus equipos desde que comenzó la crisis, el pasado martes por la tarde.
Una semana de tensión y solidaridad
Cano detalló que ya han desplegado más de 350 voluntarios en distintos turnos, lo que supone un esfuerzo enorme en pleno verano, cuando la disponibilidad de personal es más complicada.
“No es una intervención pequeña de dos o tres días. Llevamos ya ocho jornadas en terreno y no sabemos cuántas más nos quedan”, subrayó.
Evacuaciones de madrugada y albergues de emergencia
La labor de Cruz Roja ha sido determinante en la evacuación nocturna de vecinos, muchas veces casa por casa y en coordinación con Guardia Civil y Protección Civil.
“Ha sido muy difícil convencer a personas que nunca habían vivido algo así de que tenían que abandonar su hogar de inmediato. Les pedíamos que cogieran lo esencial: medicación, teléfono, algo de ropa…”, relató Cano.
Los desplazados han sido acogidos en el pabellón de la Bombonera de Plasencia, mientras que las personas más vulnerables fueron trasladadas a residencias donde podían recibir la atención especializada que necesitaban.
Aunque el foco público suele estar en los equipos de extinción, Cruz Roja recuerda que el incendio también tiene rostro humano: familias que dejan sus casas, mayores que requieren transporte adaptado, vecinos que necesitan atención sanitaria y psicológica, y profesionales que deben ser abastecidos durante interminables jornadas.
“Esto es una cadena. No sólo se trata de apagar el fuego, también hay que cuidar de la gente”, insistió Cano.
Un llamamiento al voluntariado
El jefe de operaciones animó a los ciudadanos a unirse a la organización:
“Siempre necesitamos manos. Somos una institución muy grande, pero dependemos de la generosidad de personas que quieran aportar su tiempo para ayudar a los demás”.