Extremadura y CLM se plantan contra el impuesto a la banca

Los gobiernos de Castilla-La Mancha y Extremadura están analizando la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la reforma del impuesto a la banca. El presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha cuestionado duramente la "imposición de última hora" de Carles Puigdemont en esta modificación. Según Page, la medida supone un reparto de los fondos que favorece a los más ricos en lugar de beneficiar a los sectores más humildes, lo que considera una decisión sin "base moral" ni "raíz progresista".

En una reciente intervención, Page confirmó que su gobierno ha sometido el asunto a estudio de los servicios jurídicos y que tomará una decisión en cuanto disponga del dictamen. "Desde luego, yo también lo he sometido a estudio de los servicios jurídicos y en cuanto tengamos dictamen tomaremos una decisión", afirmó.

La propuesta inicial del impuesto tenía un carácter provisional, pero la reforma pactada con Junts lo convertiría en un tributo fijo con una distribución que Page y su homóloga extremeña consideran injusta. Ambas comunidades autónomas han expresado su preocupación por el impacto de esta nueva fórmula y su posible perjuicio a los territorios que gobiernan.

El debate sobre la fiscalidad y el reparto de los recursos se intensifica en un momento clave para la política nacional, con comunidades autónomas que buscan mayor autonomía en la gestión de estos fondos y un Ejecutivo central que necesita los apoyos parlamentarios para avanzar en su agenda legislativa.