La nidificación de aves ralentiza, pero no detiene, la ambiciosa reforma del Puente de Hierro de Mérida
Una obra de ingeniería de alto nivel en un puente de 141 años de historia

Ángel Caballero: "Una obra de ingeniería de alto nivel"
Mérida - Publicado el
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El histórico Puente de Hierro de Mérida continúa inmerso en una ambiciosa obra de rehabilitación que, aunque avanza lentamente a ojos del ciudadano, está considerada como una intervención de alto valor técnico. Con más de 141 años de historia, esta infraestructura clave para las comunicaciones ferroviarias está siendo sometida a una mejora estructural que incluye medidas de alta precisión y respeto ambiental.
Actualmente, dos de los once tramos del puente ya han sido estabilizados, tras realizarse una compleja operación para reforzar su estructura metálica. Estos tramos han sido monitorizados para asegurar su comportamiento bajo el paso de trenes, que actualmente circulan con limitaciones de velocidad y carga.
Uno de los factores que ralentiza el avance de los trabajos es la necesidad de respetar los periodos de nidificación de las aves que habitan en el entorno del río Guadiana. Durante varios meses al año, las labores en la parte fluvial deben detenerse por motivos medioambientales, aunque se sigue trabajando fuera de esa zona.
Lo que se ha hecho hasta ahora podría estudiarse en los libros de ingeniería
Presidente de la Asociación Amigos del Ferrocarril
Caballero ha contado en COPE Mérida que el puente está monitorizado al milímetro y cualquier movimiento, incluso de una micra, es detectado de inmediato.
La inversión en esta actuación asciende a casi 9 millones de euros, y una vez concluyan todas las fases, el puente contará con una estructura más segura y moderna, sin renunciar a su valor patrimonial. La obra, además, no afecta al trazado del AVE, ya que se desarrolla sobre la línea convencional Mérida-Sevilla.