El próximo miércoles, día 27, se celebra en Badajoz la junta de acreedores del Extremadura, que ha sido adelantada a las 11 de la mañana por necesidades de agenda del Juzgado de lo Mercantil.

El Extremadura necesita el 65 por ciento de apoyo por parte de los acreedores ordinarios para que el convenio salga adelante. La opción preferida contempla el pago de la deuda sin quita durante diez años, pero con uno de carencia.

Los créditos ordinarios ascienden a algo más de 4 millones de euros. El 65 por ciento necesario equivaldría a unos 2,6 millones.

El presidente del Extremadura, Manolo Franganillo, se mostraba “muy optimista” el jueves en una reunión con periodistas sobre la consecución del objetivo.

Este viernes, antes del partido, se respiraba un buen ambiente en el entorno del presidente, por lo que parece que el 65 por ciento se va alcanzar el día 27. Hay que tener en cuenta que muchos acreedores ya han votado vía telemática.

Pero más allá de que el convenio acabe aprobándose, no hay que olvidar que el administrador concursal afirmó en COPE que “la probabilidad de que el convenio salga adelante está condicionada de manera inexorable a que antes entre el dinero”. El propio administrador dio el visto bueno a las dos opciones del convenio “con reservas”.

Todo hace indicar que el convenio será aprobado, pero deberá ser convalidado por la jueza.

Franganillo ha declarado públicamente que sigue confiando en los rusos y en Khalifa, pero lo cierto es que antes del 30 de junio el inversor debería haber inyectado uno de los 3.5 millones de euros de capital que figuran en el contrato. El resto se iba a abonar tras la aprobación del convenio. Y el contrato se ha incumplido. Ante esta situación, Franganillo estaría obligado a dar un paso hacia delante, económicamente hablando, para evitar la liquidación, pero el presidente azulgrana también espera un movimiento de Khalifa.

A pesar de la alta deuda del Extremadura, que quedaría estructurada con la validación del convenio, no hay que dejar pasar por alto que el club también está pendiente de recibir distintas subvenciones de organismos públicos que están bloqueadas a la espera de un acuerdo con la Seguridad Social.

Franganillo, Khalifa y el desbloqueo de las subvenciones allanarían el camino, sin descartar que, tras la validación del convenio, haya más inversores dispuestos a entrar.

El convenio podrá salir adelante pero el crédito contra la masa -deudas generadas a partir del 5 de enero-no se abona por arte de magia.

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