El próximo lunes empieza el curso escolar. La tan temida vuelta al cole. Un curso presentado hoy por el Gobierno valenciano, que más allá del baile de cifras y datos ofrecido hoy, sigue dejando a más de 11.000 alumnos en barracones y el aviso del Conseller Marzá de que a partir de octubre en algunos colegios públicos se impartirá el islam como asignatura. Un Conseller que como no puede ser de otra manera está encantado con la propuesta del Ministerio de dinamitar la enseñanza concertada

Pese a que la mejora de las infraestructuras es uno de los ejes de este nuevo curso, lo cierto es que solo se construirán 47 centros nuevos, a través de Edificant, el plan estrella de Marzà para que los ayuntamiento, eso si se encaren de todo el proceso.

Además el conseller ha explicado en la presentación del inicio de curso que alrededor de una decena de centros educativos de la Comunitat Valenciana ofertarán, además de la religión católica, la posibilidad de elegir la islámica y la evangélica, "en cumplimiento de lo que marca la ley" con los acuerdos firmados por el Estado español con diversas confesiones para impartirlas si hay demanda. En este sentido, hoy Marzà ha reiterado su posición de que si fuera por él no habría ninguna asignatura dedicada a una única religión pero ha apostillado que mientras la enseñanza religiosa no desaparezca de las aulas públicas "hay que cumplir la ley". "Y estamos obligados a ofertarlo".

Otra de las apuestas de la Conselleria de Educación es el impulso y consolidación de iniciativas como xarxa llibres o la gratuidad de las escuelas públicas infantiles de dos años.

El conseller ha destacado que este curso hay 6.000 docentes más que el curso enterior y un total de 776.559 alumnos.