El 'Rambo de Requena' ya ha sido identificado como un delincuente de 28 años afincado en Sagunto, con antecedentes policiales por robos con fuerza aunque, al parecer, no por delitos de sangre.

De hecho, los disparos que ha efectuado durante su huída con la escopeta de cañones recortados que lleva no causaron víctimas porque al parecer había trucado los cartuchos retirándoles la carga de plomo.

A pesar de ello, la Guardia Civil insiste en mantener las máximas precauciones en el intenso rastreo que lleva a cabo, principalmente en la comarca de los Serranos y en el límite provincial de Valencia con Teruel, donde entra el río Turia, y también en Castellón, donde vecinos de varias localidades que han visto la foto distribuida del sospechoso, aseguran haber visto a este sujeto que responde a las iniciales P.L.J., según publica hoy Las Provincias.

Los investigadores creen que este delincuente tiene víveres suficientes, recogidos en las casas y vehículos en los que se ha introducido en su huída como para poder pasar varios días sin necesidad de entrar en contacto con otras personas.

No obstante, con respecto a la imagen que se está distribuyendo de él, y las declaraciones de las personas que se lo han encontrado en su huida, el "Rambo de Requena", tiene ahora barba más poblada, lleva el pelo más largo y aparenta más edad por su aspecto demacrado.

En su búsqueda, cobran especial importancia las declaraciones de agricultores y, sobre todo, de pastores porque el fugitivo tiene una especial facilidad para ocupar casas vacías o refugios de ganado abandonados y para moverse por caminos y sendas agrestes, incluso en zonas muy abruptas, razón por la que la Guardia Civil está utilizando dos drones, además de un helicóptero .

Gracias a esos testimonios, se ha podido determinar que en una de las casas de campo en las que entró el "Rambo de Requena" había ballestas y escopetas antiguas de caza que intentó manipular sin conseguirlo.

También en la Vall de Uxó, en Castellón, la Guardia Civil le atribuye varios robos en casas en el verano del año pasado y en una de ellas quedó recogida su huella.

Por otra parte, tras la identificación del sospechoso, la Benemérita ha interrogado a sus conocidos y allegados y trata de confirmar también si podría sufrir alguna enfermedad mental.