El pirómano de El Saler vuelve a su casa en el centro del parque natural

El pirómano de El Saler ha vuelto a su vivienda en el centro de la Devesa. Vivienda que está ubicada en la misma zona en la que se produjeron los 11 incendios durante los meses de septiembre y octubre de 2023, y enero y febrero de 2024... y a la que la justicia le prohibió volver, al implantar la orden de alejamiento durante el juicio por ser el responsable de los fuegos.

No ha sido fácil. Primero, porque Juan Curiel, ahora condenado, fue sometido a medidas cautelares antes de la celebración del juicio de alejamiento de la zona boscosa del El Saler, e incluso llegó a ingresar en prisión preventiva durante unos meses, periodo durante el que no se produjeron incendios en la Devesa.

Y segundo, porque llegó a recibir orden de embargo el pasado mes de mayo en virtud de una ejecución hipotecaria que se seguía por una deuda de cerca de cuarenta mil euros de principal, y más de diez mil de intereses y costas.

Sin embargo, las deudas se saldaron, el piso volvió a ser de su propiedad, y ya advirtió a la inquilina de ese apartamento que volvía a su casa. Y así ha sido.

El Parque Natural del Saler sufrió durante los meses de septiembre y octubre de 2023 y de enero y febrero de 2024 hasta 11 incendios, todos ellos provocados y por los que se detuvo a Curiel, abogado de profesión y vecino de la zona, al que se le prohibió acercarse la zona boscosa ubicada en la zona del lago. El detenido estuvo preso en la cárcel de Picassent durante unas semanas, pero quedó en libertad a mitad de diciembre por petición de su abogado y tras un informe favorable de la Fiscalía, que favorece la decisión del juzgado. En ese escrito se explica que no existe riesgo de fuga por parte de su defendido, y por arraigo familiar, entre otros motivos.

Curiel fue condenado finalmente sólo por un incendio en la Dehesa de El Saler -aunque se llegó a detener como sospechoso de los otros diez, algo que no se pudo probar-. Tras su condena -aún no firme- de nueve meses de prisión, decaen las medidas cautelares y de alejamiento de la masa boscosa de El Saler.

 Los vecinos, preocupados  

Los vecinos de la zona llevan inquietos desde que conocieron que, el condenado por uno de los fuegos, volvía a la finca. Los meses antes de los incendios estuvieron mucho tiempo sufriendo actitudes poco cívicas por parte de él: "Se mofa de la gente, lanza mecheros desde el balcón. Se han llegado a recoger hasta 80 mecheros y 100 colillas". De hecho, el bidón vacío de la parafina que compró tras su puesta en libertad, -y por el que la Guardia Civil le estuvo investigando-, apareció tirado, vacío y días después de un nuevo incendio-, bajo su propio balcón.