"El pedrisco nos ha arrasado": Agricultores valencianos calculan pérdidas de hasta 20 millones por el último temporal
La comarca de la Plana Baixa podría perder hasta la mitad de la producción de clemenules

Valencia - Publicado el - Actualizado
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El campo valenciano, una vez más, paga los platos rotos del clima. El último episodio de fuertes tormentas con pedrisco que azotó este fin de semana la Comunidad Valenciana ha dejado una estampa desoladora en el norte de la provincia de Castellón. José Vicente Guinot, vicepresidente tercero de AVA-ASAJA, ha confirmado en Herrera en COPE Comunidad Valenciana que “la mitad del cultivo podría haberse perdido ya para esta próxima campaña”. Las previsiones apuntan a una afectación de entre el 30 y el 50% en unas 5.000 hectáreas de cítricos, principalmente clemenules, lo que se traduce en pérdidas que podrían oscilar entre los 15 y los 20 millones de euros.
“La zona más dañada ha sido la mitad sur de la Plana Baixa, desde Artana hasta Burriana”, explica Guinot, quien remarca que estos municipios viven casi exclusivamente del cultivo de cítricos. Las imágenes de bolas de granizo del tamaño de pelotas de ping-pong arrasando árboles han inundado las redes. “Hay una defoliación importante de los árboles, con las hojas cubriendo el suelo y muchos frutos ya en tierra”, detalla el representante agrario.
La campaña se complica especialmente porque, en este momento, el fruto ya estaba cuajado y tenía un tamaño de entre uno y dos centímetros. Aunque parte del cítrico aguante en el árbol, “la piel dañada lo deja inservible para el mercado en fresco, y solo podrá ir a industria, perdiendo valor”, denuncia Guinot.
Ante esta situación, AVA-ASAJA reclama un debate serio sobre el papel del seguro agrario. Guinot ha defendido que “el seguro debe considerarse una herramienta más de trabajo” y que es crucial extender los periodos de cobertura para adaptarse a los cambios climáticos: “Cada vez hay más episodios extremos fuera de época y muchas veces el periodo de contratación del seguro no los cubre”.
Una de las críticas es que, en casos como el actual, solo las parcelas aseguradas podrán tener cierto alivio económico. “Donde no hay seguro, el daño es total”, lamenta Guinot. Además, insiste en que el sistema actual debe reformarse: “Hay que ampliar los periodos de cobertura y adaptar las condiciones a los nuevos tiempos climáticos”.