Mercadona duplica las ventas de las bolsas para residuos caninos
Estas bolsas se utilizan para recoger los residuos de los perros, y se caracterizan por tener asas para una mayor manejabilidad, un perfume agradable y un grosor que evita roturas.

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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El confinamiento por la pandemia del Covid 19 ha proporcionado a nuestros perros un protagonismo inesperado, por la posibilidad de salir a la calle para ofrecerles sus paseos diarios. Ello ha significado que muchos de los productos relacionados con ellos hayan recibido más atención por parte de consumidores y establecimientos como Mercadona en el que se agotaron las bolsitas para residuos los primeros días de cuarentena. Ahora mismo, Mercadona, a través de sus supermercados, y también del comercio online, está duplicando las ventas de las bolsas para residuos caninos. Este producto se utiliza para recoger los residuos de los perros cuando de les da un paseo, y se caracterizan por tener asas para una mayor manejabilidad, un perfume agradable y un grosor que evita roturas.
No se trata de unas simples bolsitas con las que recoger los excrementos de nuestras mascotas, sino que el producto, disponible desde 2018, ha ido evolucionando conforme a las demandas de “El Jefe” (como la compañía gusta de llamar a sus clientes), quien pidió que se adaptase el tamaño del rollo para que encajase en los porta-rollos universales más comunes. Además las características del material han de adaptarse a su uso. Lejos de ser unas simples bolsitas de basura, han de poseer una consistencia que impida “sustos” en la recogida, así como unas asas y una longitud que permita un cierre sencillo realizando un pequeño nudo que aisle los residuos en su interior.
Esta acción de recogida tan lógica como cívica no siempre se lleva a cabo por parte de algunos propietarios, lo que ha obligado a muchos ayuntamientos a poner en marcha campañas de información y a aplicar multas a los dueños incívicos. Una de las quejas durante el confinamiento, era precisamente esa. Ante la ausencia de gente en la calle y sin ojos delatores que afearan la conducta, algunos propietarios de mascotas optaron por no recoger los desechos de sus perros, lo que aumentó la presencia de residuos en las aceras y en los alcorques de los árboles, donde muchos creen que está permitido, cuando no es así. Ahora,además, es obligatorio diluir el orín de nuestros perros echando un poco de agua para evitar los malos olores y el deterioro del mobiliario urbano. Tan sencillo como llevar una pequeña botella con agua jabonosa o vinagre, y unas bolsas adecuadas como éstas.