El 'desastre' de tres días sin agua en Valencia: más de 100 millones en pérdidas, paralización del sistema sanitario y alteración del orden público

Un corte de suministro de agua potable durante solo tres días en la ciudad de Valencia provocaría un "desastre" económico con pérdidas de 106 millones de euros en valor añadido bruto. Así lo ha advertido el presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata, durante la presentación de un informe que analiza la criticidad de las infraestructuras hídricas y que nace de las lecciones aprendidas tras eventos como la DANA, que puso de manifiesto la vulnerabilidad del sistema.

Un sistema robusto pero vulnerable

El estudio, presentado por los técnicos Gracia Cifuentes y Amadeo, detalla que el sistema de abastecimiento de Valencia y su área metropolitana es de alta calidad. La red, que da servicio a más de 1.6 millones de habitantes y 116.000 empresas, se nutre principalmente de los ríos Turia y Júcar a través de dos potabilizadoras y se caracteriza por ser una red mallada que aporta "fiabilidad y eficiencia", con un nivel de fugas muy por debajo de la media española.

Sin embargo, eventos recientes como la DANA o el apagón eléctrico de abril "han dejado entrever que, a pesar de ser un sistema fuerte y fiable, es vulnerable", ha señalado Cifuentes. Entre los riesgos se identifican averías por envejecimiento, contaminación de las fuentes, fallos eléctricos que paralicen las potabilizadoras, fenómenos meteorológicos extremos o sabotajes en tramos de canal a cielo abierto.

A pesar de ser un sistema fuerte y fiable, es vulnerable"

José Vicente Morata

Presidente de la Cámara de Comercio

El impacto millonario de un corte de tres días

La investigación cuantifica el impacto económico de un hipotético corte de suministro de tres días en la capital. Según ha explicado Amadeo, la parálisis productiva se traduciría en una pérdida de 106 millones de euros de VAB y casi 200 millones en el valor de la producción. Estas cifras no contemplan el grave trastorno social, con afectación a 781.000 personas en el casco urbano, más de 62.000 empresas y servicios críticos.

El sector servicios sería el más perjudicado, con 87 millones de euros en pérdidas, principalmente en el comercio, el transporte y la hostelería, que suman casi 19.000 negocios en la ciudad. El informe también señala un impacto de 13 millones en la industria y de casi 5,5 millones en la construcción. Además, se alerta de la paralización que sufriría el sistema sanitario, que realiza unas 336 intervenciones quirúrgicas diarias, y la alteración del orden público.

A estas cifras se sumarían los costes indirectos, como el gasto añadido para los hogares de 4 millones de euros para comprar agua embotellada o el "incalculable" impacto en el prestigio de la ciudad y su posicionamiento como potencia turística, que recibe una media de 16.000 turistas al día.

Inversiones para blindar el suministro

Para evitar esta situación, la Cámara de Valencia ha presentado una batería de propuestas para "fortalecer esta infraestructura que es estratégica". Morata ha subrayado la importancia de garantizar la seguridad del suministro para atraer grandes inversiones, ya que los inversores preguntan por la calidad y la resiliencia de los servicios básicos antes de instalarse.

Las medidas, expuestas por Gracia Cifuentes, se centran en diversificar las fuentes de captación con una nueva toma en el Turia y la duplicación del canal Júcar-Turia. También se propone asegurar la red actual, entubando el canal para evitar vertidos y reforzando su estructura, y construir nuevas balsas de regulación y depósitos de emergencia para aumentar la resiliencia del sistema.

Finalmente, el informe recalca la necesidad de garantizar la autonomía energética de las potabilizadoras con grupos electrógenos y apostar por la modernización tecnológica. Morata ha concluido que el agua "es uno de los elementos fundamentales y realmente, pues muchas veces olvidado", y ha enmarcado estas acciones en la visión de consolidar el área metropolitana de Valencia como un proyecto de sociedad y un polo de atracción de inversiones, para lo que es imprescindible la colaboración público-privada.