Un año de la DANA en Paiporta: la recuperación es lenta, pero la solidaridad resiste
Un grupo de diez mujeres voluntarias mantiene viva la ayuda a más de 300 familias afectadas por la riada en Valencia

Teresa Verdú, una de las trabajadoras de la asociación
Valencia - Publicado el
4 min lectura14:24 min escucha
366 después de la Dana, el programa Mediodía COPE MÁS en Valencia, con Carles Villeta, ha vuelto a las zonas afectadas para dar voz a quienes un año después, todavía siguen necesitando ayuda. Al pie del barranco del Poyo, en Paiporta, un local cedido se ha convertido en el epicentro de una ola de solidaridad liderada por una asociación local que nació de la emergencia. Allí, un grupo de voluntarias continúa repartiendo alimentos y artículos de primera necesidad a cientos de familias.
La iniciativa, según ha relatado su portavoz, Teresa Verdú, nació el 11 de noviembre por la falta de alimentos y recursos. "Empezamos a repartir con carros", ha recordado. Tras pasar por un primer local, la ONG jesuita Entreculturas asumió el alquiler del espacio actual, que todavía muestra "los vestigios del barro por arreglar", una muestra de que la recuperación es un proceso lento que avanza sin detener la actividad principal de ayuda.
Esa gente necesita el alimento para el cuerpo y el alimento para el espíritu
Trabajadora de la asociación
La necesidad sigue siendo muy alta, especialmente entre la gente mayor que residía en bajos, muchos de ellos sin seguro y con ayudas que no son suficientes. "La única forma en que nosotros podemos ayudarles es esta", ha afirmado Verdú. Al proporcionarles una bolsa de comida semanal, las voluntarias permiten que esas personas puedan destinar su pensión "a que su casa sea reconstruida y que tengan su hogar, una cama donde dormir todas las noches".

Objetos en la asociación
El equipo está formado por diez mujeres, a las que cariñosamente llaman "las chicas de oro". Además del reparto de alimentos y enseres tres días a la semana, han creado talleres de manualidades, lenguaje de signos y lectura para ofrecer un espacio de encuentro. Verdú ha explicado que "esa gente necesita el alimento para el cuerpo y el alimento para el espíritu", ya que muchos aún son incapaces de narrar lo sucedido.
300 familias a la semana
Actualmente, la asociación gestiona la ayuda para unas 300 familias cada semana, con núcleos familiares que van desde una persona hasta siete. Los productos que reparten provienen de donaciones del pueblo a través de la iniciativa Hambre Cero, compras de voluntarios y, en este momento, del Banco de Alimentos de Valencia.
Es muy bonito ver que la gente te sonríe, que te da las gracias y y te hace sentir bien
Trabajadora de la asociación
A pesar del esfuerzo, la satisfacción es la mayor recompensa. Verdú ha confesado que "es muy bonito ver que la gente te sonríe, que te da las gracias y y te hace sentir bien". El ambiente positivo y el agradecimiento de la gente es lo que impulsa al equipo. "Con todo esto me siento como si tuviera 25 años. Qué lástima que el cuerpo no acompañe", ha bromeado.
La labor de la ONG Entreculturas
Encarna Durán, coordinadora de la ONG Entreculturas en la Comunidad Valenciana, ha explicado cómo su organización sigue cubriendo las necesidades en la zona. Desde el inicio, varias entidades de la Compañía de Jesús en Valencia, como Escuelas San José, el Centro Arrupe y el Servicio Jesuita a Migrantes, se coordinaron para canalizar la ayuda. Las Escuelas San José se convirtieron en un centro logístico clave para la recogida y distribución, conectando con Paiporta para sondear las necesidades reales.
TE PUEDE INTERESAR
La respuesta solidaria, según Durán, fue "desbordante" desde el primer momento, con una campaña de emergencia a nivel nacional y mensajes de apoyo incluso desde otros países. Sin embargo, ha señalado que un año después el proceso de recuperación es "muy desigual" y ha agravado las situaciones de precariedad previas a la DANA. "No todo el mundo ha podido recuperar su casa, no todo el mundo ha podido recuperar su vida, su trabajo", ha lamentado.
La labor de la ONG se centra ahora en un acompañamiento a largo plazo, con especial atención a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. Entre ellas se encuentran las personas migrantes no regularizadas sin redes de apoyo y las personas mayores que viven solas. Durán ha destacado que existen "enormes problemas con la vivienda" que dificultan enormemente la reconstrucción de sus vidas.
Cuando el barro se seca
Todo este trabajo ha sido recogido por la ONG en un vídeo documental titulado "Cuando el barro se seca". La pieza audiovisual, disponible en la web de Entreculturas, relata el trabajo desarrollado durante el año con un mensaje de esperanza. "Queríamos destacar la fuerza de lo colectivo y la esperanza de que las personas, uniéndonos, somos capaces de superarlo todo", ha concluido Durán.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




