Vladimir Levyckyj, con su restaurante Chez Vladimir, consiguió su primera estrella Michelin en Estrasburgo para después marcharse al Congo y empezar un largo periplo por Europa para acabar recalando en Valencia, gracias a la recomendación de un amigo suyo. Todo un trotamundos que afortunadamente acabó formando parte de la gastronomía valenciana. "Elegí Valencia para ofrecerte lo mejor de mi cocina. Compartir y divertirse en una cocina saludable llena de sabores", reconoce Vladimir.

Saben qué es el sushi o el tataki pero no una bullabesa o un chucrut

Desmitificando el cliché de la cocina francesa llegó a Valencia para llenar sus fogones de sabores con productos de primera calidad como el foie o el salmón ahumado. "Lo mejor de sus platos es que son los auténticos franceses, alejados de la nouvelle cuisine; todo lo hace él, odia los productos químicos y precocinados", reconoce su jefa de prensa que visita los micrófonos de COPE Valencia.

Con sus setenta años, Vladimir desprende una vitalidad arrolladora que transmite a su tipo de cocina. Además el chef es consciente que todavía falta cultura gastronómica sobre todo entre los jóvenes que "saben qué es el sushi o el tataki pero no una bullabesa o un chucrut, falta formación en cocina clásica".

Con mercavalencia y el mercado de Ruzafa como telón de fondo, Vladimir cuida su carta desde los entrantes hasta los postres. Unos postres que según Pedro García Mocholí "son un escándalo". Además el crítico gastronómico de COPE Valencia destaca el menú de mediodía que ofrece en su restaurante Chez Vladimir así como la extensa carta de vinos tanto españoles como franceses que "podemos degustar para maridar una buena comida".