Otro día que pasa a la agenda histórica del deporte valenciano. El 15 de abril ya no será un día más en los anales de Valencia Basket. Este día será recordado como el de la proeza de haber logrado lo que nadie ha conseguido, ni siquiera se ha acercado. Los cuatro títulos de la Eurocup (2003, 2010, 2014 y 2019) se convierten en un hito que debe provocar la admiración de todo un continente.

El mejor ha ganado. Tras 23 larguísimas jornadas de competición y con sólo tres derrotas cosechadas, Valencia Basket merecía acaparar todas las portadas de la prensa y hacerlo por la vía de la contundencia. Los 26 puntos de diferencia con el Alba Berlín son la muestra fehaciente de que el rey de la competición lo debe seguir siendo en el futuro.

Con Matt Thomas (19 puntos), Bojan Dubljevic (18 puntos y ocho rebotes), Fernando San Emeterio (18 puntos) y Will Thomas que con 15 fue elegido MVP de las finales, el jugador más destacado de estos tres partidos frente a los alemanes.

Rafa Martínez lloró entre la incomprensión y la impotencia

Y mientras tanto, con chándal y fuera de los elegidos al sempiterno capitán Rafa Martínez se le deslizaban las lágrimas por el rostro entre la incomprensión y la impotencia. Él que lo ha sido todo en este club, que ha ganado cinco de los siete títulos que adornan el historial de Valencia Basket, se quedaba por primera vez fuera de una convocatoria sin explicación médica. Un golpe muy duro de asimilar aunque, de alguna manera, se vio atenuado por el momento de alzar la Copa, de brindar con la afición, de hacer partícipes a todos de un triunfo colectivo en el que Rafa siempre será uno de los nuestros.