Se rompe la racha en Miribilla

Cuando se dice que los partidos de baloncesto duran 40 minutos es por algo. Y si en 15 de ellos un equipo se dejas ir y ni defiende, ni ataca como es debido, lo normal es que las derrotas lleguen. Y eso es lo que le ha pasado a Valencia Basket en Miribilla que, emulando su partido de Copa contra UCAM Murcia ha completado una primera mitad desastrosa, con lamento incluido de su entrenador Joan Peñarroya: "¡llevamos una buena siesta!", les ha dicho a los suyos durante un tiempo muerto. Y con toda la razón.

10 pérdidas, una desventaja que ha llegado a ser de 19 puntos (40-21) y un buen grupo de jugadores desdibujados en las dos pinturas. Sólo el estreno de Olivier Hanlan con un triple convertido nada más pisar el parqué puede apuntarse como dato positivo en esos primeros 20 minutos. Lo demás, para olvidarlo cuanto antes.

Y siguiendo con la semblanza de lo ocurrido en la Copa de Granada, Valencia Basket ha salido con dos marchas más tras el descanso y le ha infligido un duro correctivo a Surne Bilbao Basket. Con Martin Hermansson al mando, se ha vivido un 0-14 espectacular en tres minutos y medio que los de 'taronja' no han sabido completar dándole la vuelta al marcador. Hasta dos ataques han dispuesto para hacerlo, pero los han errado.

Y en el cuarto definitivo, los hombres de negro, conscientes del riesgo que habían corrido, se han puesto manos a la obra y han abierto brecha en el electrónico hasta irse de nueve puntos (72-63) a falta de seis minutos. Valencia lo ha intentado y se ha puesto a tres (79-76), pero ya era tarde y no era el día.

Derrota tras cinco triunfos seguidos que, curiosamente, le hace ganar una plaza en la tabla y ponerse tercero porque la derrota del Joventut en Manresa provoca un triple empate entre estos tres equipos del que se ve beneficiado Valencia Basket a falta de siete jornadas para acabar la fase regular.