LEVANTE UD
La resaca de la Copa, mucho más larga de lo esperado
El Levante UD, en caída libre desde la eliminación en las semifinales. Los datos son demoledores y las sensaciones, casi peores. El cambio en la plantilla es inviable

Son se lamenta ante el Sevilla FC
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“La diferencia entre los perdedores y los ganadores es que los ganadores se levantan en los momentos más jodidos”. Quico Catalán, con toda la buena intención, pero con escaso éxito, acudió a Buñol apenas unas horas después de la eliminación ante el Athletic Club el pasado 5 de marzo. Su mensaje, bien publicitado por los canales oficiales del Levante UD, sin embargo, no caló en un vestuario que desde entonces ha ganado dos partidos de los ocho jugados en la Liga. Dos goles a favor en los últimos seis duelos, tres derrotas seguidas… Los datos son demoledores para el grupo de Paco López, que el pasado sábado en Elche no le quedó más remedio que colocarse en la diana. “El máximo responsable y el único culpable soy yo”, dijo el entrenador de Silla. Lo piense o no tenía que decirlo.
Repite el técnico (que es al único al que dejan hablar) hasta la saciedad que hay muchos objetivos en juego, pero más allá de los cientos de miles de euros (de más o de menos) que ingresa el club según acabe en un puesto o en otro la temporada, la realidad es que tampoco hay mucha vidilla para el vestuario.
A la plantilla le hace falta una revolución que es inviable salvo que al Levante UD le toque la lotería con un par de ventas de las gordas. El mercado está casi peor que el verano pasado y nadie se atreve a plantear un escenario económico cómodo para el Levante UD. En los planes para sacar dinero están los de casi siempre: Clerc, Vezo, Bardhi y este año De Frutos, pero lo primero para el presidente Catalán es alcanzar la cifra obligatoria de 16,5 millones de euros en ingresos por futbolistas para poder empezar a jugar la próxima temporada.

Bardhi y Malsa en el entrenamiento de este lunes en Buñol
La ilusión por la Copa y la asfixiante situación económica ha cambiado, además, el guión marcado por la recién renovada dirección deportiva de Manolo Salvador. Porque en la hoja de ruta no estaba Miramón, ni renovar así al capitán Morales ni tampoco ampliar los contratos de Duarte y Postigo, aunque en el caso del costarricense será también al haber cumplido (le falta uno) con la cláusula de ampliación de un año más al jugar el sesenta por ciento de los partidos.
El Levante UD tiene ahora cinco jornadas por delante para cambiar la dinámica y no dejar un poso peligroso de cara a la próxima campaña.