La tercera semana de diciembre, en la previa de la visita del Partizan de Belgrado a la Fonteta, a las oficinas del Valencia Basket llegó el interés de varios equipos de Euroliga por Martin Hermannsson. Con la operación de Kevin Pangos parada y la idea de desplazar a Chris Jones a la posición de escolta, tanto el jugador como el club taronja aparcaron la posibilidad de una salida.

En las oficinas de la Alquería del Basket se confiaba mucho en el nivel que acabaría dando Martin y se sabía su importancia dentro del vestuario, como sucesor de Van Rossom a la hora de mezclar la diversidad de egos, su liderazgo. El jugador es feliz en Valencia y esperaba para marzo su segundo hijo. Pero la fotografía se alteró un poco antes de Navidad.

Como adelantó COPE, la operación Pangos se reactivó y se aceleró el día 23 de diciembre, hasta el punto de cerrarse pocos días después. Hermannsson se sentía con ganas de ser importante para Mumbrú y quería más minutos de los que estaba teniedo (14:15 minutos de media en 3 partidos ACB y 10:08 en 4 de Euroliga). La llegada de un nuevo director de juego complicaba el panorama. Además, el islandés cobra un fijo y variables por participación en partidos, una cláusula con la que el club se protegió cuando renovó al jugador después de su grave lesión de rodilla en mayo de 2022.

Lo que hace dos semanas era un "no", se ha convertido casi en un "sí". Los pretendientes, ASVEL Villeurbane y Alba Berlín, han puesto sus cartas encima de la mesa, han tratado de convencer al islandés. El nórdico ha cambiado sus planes familiares y deportivos, y ha pedido irse, algo a lo que Valencia Basket no ha querido oponerse viendo la posición bien cubierta.

Por ello, el club accedió el domingo a desactivar su licencia en Euroliga a petición del jugador para no caparle la posibilidad de jugar en otro equipo de la máxima competición continental como estipula en su reglamentación. Si hubiera estado activada ayer pasadas las 18 horas, hubiera sido tarde y Hermannsson podría haber fichado por cualquier equipo pero no jugar Euroliga.

Además, ahora, con una plantilla de 15, tras la llegada de Justin Anderson y Kevin Pangos, la cesión de Guillem Ferrando al Estudiantes, y la inminente salida de Hermannsson rumbo a Berlín, Luis Arbalejo se guarda movimientos si hiciera falta. Todos muy pendientes de que Reuvers pueda obtener la nacionalidad holandesa (trabaja en ello desde verano), algo que abriría mucho el abanico de opciones.

Alba Berlín le ofrece a Hermannsson un contrato de lo que queda de la 23/24 y dos más, garantizados, una clara muestra de confianza en sus posibilidades. El entrenador español Israel González conoce perfectamente a Martin, era ayudante de Aíto García Reneses cuando el islandés jugaba bajo sus órdenes. Además, en la estructura del club teutón está Carlos Frade, ex taronja. Un especialista en técnica individual con el que el nórdico trabaja todos los veranos para mejorar su juego.

Hermannsson ya prepara su traslado a Berlín, mientras su agente y los clubes cierran las condiciones de la operación. A estas horas, aún no hay acuerdo y las tres partes aún tienen que llegar a un punto de encuentro. Se irá un gran profesional cuyo paso de tres temporadas y media ha quedado marcada por dos lesiones importantes. Nadie ha dudado de su calidad ni de su profesionalidad. Implicado, buen compañero, trabajador, líder, un base con una talento especial para hacer jugar y anotar.

Del trío de bases formado por Jones, Hermannsson y Ferrando con el que se arrancó la pretemporada al actual compuesto por Jovic, Pangos y Jones, que será más comodín de escolta que director de orquesta. Así ha mutado la plantilla taronja sobre la marcha con las lesiones y decisiones.