La Guardia Civil investiga todos los incendios con víctimas por accidentales que parezcan

Javier Sáiz es uno de los investigadores de la Guardia Civil del incendio de la residencia de Moncada en la que -por desgracia- fallecieron 9 personas. La tragedia ha puesto el foco sobre unos profesionales encargados de explicar qué pudo fallar para que en plena noche una tranquila residencia donde decenas de personas mayores descansaban se convirtiera repentinamente en un infierno de funestos resultados.

Saiz explica en COPE que la mayoría de incendios tiene que ver con un descuido o un fallo accidental. Las menos veces se trata de una negligencia, y en muy pocas investigaciones se acaba con la conclusión de que es un fuego intencionado. Aunque éstos últimos haberlos, los hay. Y por eso, estos especialistas de la Guardia Civil trabajan en todos los incendios en los que hay alguna víctima mortal, por inocentes que parezcan sus causas.

Se trata de una labor concienzuda pero -advierte Saiz- el fuego siempre deja sus señales, y por complicado o devastador que que haya resultados el siniestro, al final las llamas y el humo tienen su particular forma de hablar. Y estos profesionales son capaces de ir descifrando esas huellas hasta dar con el origen del incendio, que una vez analizado, permite concluír si estamos ante un mero accidente o si hay indicios de responsabilidad penal.

A partir de ahí, las decisiones ya las toma el juez de turno encargado de la investigación, pero ninguna investigación podría avanzar lo más mínimo sin el concurso, el análisis y conclusiones de estos profesionales.

Es justo lo que ha ocurrido en el caso de la residencia de Moncada. La Guardia Civil dará en breve su informe definitivo al juzgado. Y hasta entonces lo guarda celosamente, si bien en este caso de Moncada, a las pocas horas del accidente ya se filtró (no fueron los investigadores de la Guardia Civil) que de la inspección técnico ocular por parte del equipo de Policía Judicial, su informe preliminar determinaba que la causa se debe a “una anomalía eléctrica en una regleta”.

Y Saiz termina con una advertencia "a navegantes con malas tentaciones": ni es buena idea tratar de provocar un incendio para cobrar un seguro, ni mucho menos hacerlo para borrar huellas en la escena de un crimen. Todo se investiga minuciosamente y su trabajo consiste en "hacer hablar al hollín" para terminar sabiendo con detalle cómo han ocurrido las cosas.

No todo es como en las series americanas, ... pero se le parece mucho.

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Entrevista con Javier Saiz, especialista incendios de la policía judicial de la Guardia Civil

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