La Policía Nacional ha detenido en el hospital Arnau de Vilanova de València a un hombre de 45 años acusado de golpear en la cara a dos médicos mientras gritaba que era Satanás y que los iba a matar.

Los hechos ocurrieron este lunes sobre las diez menos cuarto de la mañana en una consulta del hospital, cuando el hombre estaba en una camilla y en el momento en que la doctora fue a atenderle se levantó de forma sorpresiva y le propinó un golpe con el codo en la cara, causándole una contusión en la parte central de la frente.

Al escuchar los gritos de la sanitaria, acudió otro médico a la consulta y se interpuso entre ella y el paciente, quien arremetió entonces contra el doctor dándole un puñetazo en el labio superior y le provocó una herida, según han informado a EFE este martes fuentes policiales.

Los vigilantes de seguridad del hospital fueron alertados de que un hombre había agredido de forma violenta a una médico y al compañero que acudió a auxiliarla mientras gritaba que era Satanás y que los iba a matar, y lo retuvieron mientras esperaban la llegada de la Policía.

Los agentes acudieron al centro hospitalario y detuvieron al hombre, que tiene antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de atentado a agente de la autoridad, y ha pasado ya a disposición judicial.

LA COMUNIDAD VALENCIANA ESTÁ ENTRE LAS QUE MÁS AGRESIONES REGISTRA

Según los datos del balance de 2020 de la Policía Nacional, el pasado año los agentes cursaron un total de 16 denuncias por agresiones a sanitarios de la Comunitat Valenciana, lo que la convierte en segunda autonomía española con mayor número de denuncias de profesionales de la salud agredidos.

El perfil del agresor, (aunque el caso de este lunes en el hospital Arnau responde a otro patrón) es el de un varón de entre 35 y 65 años de nacionalidad española, que normalmente es el acompañante del paciente. Los martes y los jueves son los días con más incidencia de agresiones, en una franja horaria comprendida entre las 10 y las 13 horas, y preferentemente se producen en los hospitales. El 70% de ellas son verbales y el 30% físicas, normalmente de carácter leve.

A los motivos habituales de la agresión como la disconformidad con la atención recibida o el diagnóstico y el tiempo permanecido en la sala de espera, el año pasado se han sumado otros relacionados con los protocolos del coronavirus en los centros sanitarios: el uso obligatorio de la mascarilla y la prohibición de acompañar al paciente.

El 59% de las agresiones son a médicos, aunque en 2020 han sido un 10% menos que el año anterior, y han aumentado las dirigidas a los enfermeros.