Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón sigue con la programación por la Semana de la Caridad, realizando en este caso la presentación de la Memoria de acciones realizadas durante el pasado año.

En total, se atendieron a 13.892 personas, aunque el número de beneficiarios se amplía hasta las más de 25.500 que recibieron el apoyo de alguna de las 97 Cáritas parroquiales o de sus 868 voluntarios.

Este año, eso sí, se ha visto un cambio en el perfil de la persona atendida, al volver a aumentar el número de extranjeros hasta un 59 por ciento del total, según ha destacado el director de Cáritas de Segorbe-Castellón, Juan Manuel Aragonés.

Aragonés también ha advertido que debido a la pandemia se ha apreciado un ensanchamiento de la exclusión social, lo que se traduce en un aumento a personas sin hogar o sin opción a contar con una vivienda digna. Como ejemplo, el servicio de duchas en el albergue municipal ha crecido hasta los 7.000 usos, mientras que se han atendido dentro del Servicio de Acogida a 917 personas.

Todo este trabajo ha contado con un presupuesto de 5,5 millones de euros, del cual más de la mitad se ha destinado a acción social.

Acciones de futuro

Tras ello, la organización ya encara un año que se ha iniciado con todos los trabajos en colaboración con la población de Ucrania, tanto la que se mantiene en su país con el envío de material y medicamentos, como en la recepción de refugiados, para la cual se mantienen preparadas instalaciones por si hiciera falta.

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Junto a ello, se avanza en 2 proyectos importantes: por un lado El Pati en Vila-real, que espera abrir sus pisos para la reinserción a principios de 2023 y por el otro el proyecto Betania, iniciado con motivo del Año Jubilar, y que busca mediar entre propietarios de pisos vacíos y familias en riesgo de exclusión para facilitarles una vivienda en condiciones.

Además de estos proyectos, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, ha puesto el énfasis en la necesidad de adaptación en las nuevas necesidades, muchas de ellas de carácter psicológico y que se han acentuado tras la pandemia, como punto de actuación en el que se debe centrar Cáritas a corto y medio plazo.