2023 está siendo un año muy complicado por la crisis económica y parece que lo peor está por llegar. Desde final de 2022, Cáritas constata un incremento continuo de las familias que acuden a la entidad diocesana para solicitar ayuda.

La principal advertencia que lanza Cáritas, pero no la única, tiene que ver con los más pequeños, puesto que muestra una gran preocupación por los problemas que sufren muchos niños ya que aumenta la situación de aquellos que sufren pobreza y que, además, corren el riesgo de que su crecimiento siga por ese camino.

Explica en COPE Francisco Mir, director de Cáritas diocesana de Segorbe-Castellón, que "es muy preocupante la situación de los niños en vulnerabilidad y pobreza. Los niños están marcados de por vida con esta situación y les marca un camino de degradación que en su futuro va a tener mucho que ver". Por ello, lanza un mensaje nítido: "Tenemos que ayudarles; no podemos mirar a otro lado".

Principalmente son familias hispanoamericanas y también está creciendo la cifra de familias jóvenes españolas que están teniendo problemas, principalmente para el pago del alquiler o de suministros básicos, así como incluso de tener un techo, según explica Mir. "Están sufriendo las familias por conseguir un hogar en el que vivir dignamente. Después los alquileres de las viviendas, el incremento de los precios produce que muchas personas no puedan atener el pago".

La inflación también es otra de las causas que empobrece a los ciudadanos y lleva a que "el incremento constante de los precios en la alimentación hace también que muchas personas tengan que decidir entre pagar alquileres y poder comer todos los días".

La situación económica provoca que muchas personas no cuenten con un empleo y ello los arrastra a las dificultades con las que se encuentran en el día a día para hacer frente al incremento además del coste de la vida. "En Cáritas estamos dedicando esfuerzos a orientación y de intermediación para conseguir que muchas personas accedan a ese empleo digno".