30 de agosto de 2020. Allí, un avión despega desde el aeropuerto de Sofía (Bulgaria) a España en plena pandemia mundial por la COVID- 19.

En la terminal, tal y como nos ha contado un oyente, no les dejaban entrar al aeropuerto hasta hora y media antes de que saliese el avión para evitar aglomeraciones, y en los autobuses que trasladaron a los pasajeros desde al avión a la pista montaban aproximadamente unas 30 personas cada uno. Todo siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. A todos los que viajaban, se les tomaba la temperatura y se llevaban a cabo los controles pertinentes.

La compañía con la que voló hacia nuestro país les informó de que debían rellenar un documento de prevención de la COVID a través de una app llamada “Spain Travel Health”. Sin ese documento (que daban la opción que fuese impreso o vía app) no se podía entrar al país.

Sin embargo, al llegar a España nadie les pidió dicho papel y la situación (en cuanto a distancias de seguridad se refiere) fue bien distinta: “los autobuses estaban llenos, no había un número de personas cupo para acceder a dicho bus. El personal de pista cuando veía que en el bus no podía subir nadie más, entonces ahí era cuando cerraban las puertas”, aseguraba el oyente que nos ha facilitado la información y que vivió la situación de primera mano.

Además, ni siquiera les midieron la temperatura ni pasaron control alguno. “Absolutamente nada. Fue bajar del avión, coger ese autobús plagado de gente y salir por las puertas del aeropuerto”, indicaba el testigo de esta circunstancia.

Una situación similar se vivía en un avión con ruta Madrid-Gran Canaria

A mediados de mayo, los pasajeros de un vuelo de Iberia Express con ruta Madrid-Gran Canaria denunciaban a través de redes sociales la situación que tuvieron que vivir, ya que no se respetaba la distancia de seguridad entre viajeros.

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Que alguien me explique esto... @iberiaexpresspic.twitter.com/PfXbYSPnIL

— Patricia Cabrera Argüello (@patricabrera8) May 10, 2020

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El avión iba prácticamente lleno y no se requirió a las personas en el aeropuerto de origen el documento acreditativo de que viajaban por una situación de fuerza mayor ni se les tomó la temperatura como medida preventiva ante la crisis del coronavirus.