El modelo de camping gana fuerza frente al caos de las acampadas ilegales
El camping es clave para desestacionalizar y distribuir el turismo todo el año

Escuchar entrevista con Pepe Frasquet, de la Federación de Campings de la Comunitat Valenciana; Ana Sala, alcaldesa de Calp; y Amor López, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta
Denia - Publicado el
2 min lectura
El verano vuelve a convertir a la Marina Alta en uno de los destinos más deseados del Mediterráneo. Sol, mar, calas de agua cristalina y rutas naturales únicas hacen que miles de personas elijan esta comarca para disfrutar de sus vacaciones. Sin embargo, la afluencia masiva también está generando una pregunta incómoda pero urgente: ¿estamos degradando el entorno que tanto nos atrae?
Este martes se ha abierto un espacio de reflexión en COPE Dénia Marina Alta con voces del sector turístico y municipal para abordar los efectos de la masificación en playas, calas y espacios naturales. En el debate han participado Pepe Frasquet, de la Federación de Campings de la Comunitat Valenciana; Ana Sala, alcaldesa de Calp; y Amor López, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta.

Los tertulianos ponen sobre la mesa el turismo masivo en COPE Dénia Marina Alta
Todos coincidieron en que el turismo es esencial para el desarrollo económico de la comarca, pero que es necesario actuar para evitar que la saturación destruya su mayor activo: el paisaje.
“El camping es clave para desestacionalizar y distribuir el turismo todo el año”, defendía Frasquet. Aun así, señalaba que aunque la mayoría de los campistas cumplen la normativa, “una minoría comete acampadas ilegales, deja basura y genera molestias”.
Desde el sector de la hostelería, Amor López pedía una regulación clara y eficaz del uso de autocaravanas y espacios naturales. “No se trata de prohibir, sino de organizar. No nos consideramos poco 'friendly', pero hace falta poner límites”, afirmaba.
La alcaldesa de Calp, Ana Sala, se mostró tajante: “Quien se porte mal, que se le sancione. No podemos permitir que unos pocos arruinen la experiencia de todos ni deterioren nuestro entorno”.
La conclusión del encuentro fue clara: la Marina Alta necesita equilibrio entre la acogida del turismo y la protección de sus recursos naturales, que son, precisamente, lo que la hace única.