Sin veterinario ni comida y con lesiones irreversibles: así maltrataban a sus animales en Elche
Un caballo y un burro encontrados al borde de la muerte

un caballo y un burro encontrados al borde de la muerte
Alicante - Publicado el
2 min lectura
Un caballo y un burro yacían completamente inmóviles sobre la tierra seca de una finca en la pedanía ilicitana de Matola. Exhaustos, desnutridos y con deformidades musculares que les impedían siquiera mantenerse en pie. Así los encontraron los agentes de la Policía Local de Elche durante una intervención rutinaria, desencadenando una investigación que ha culminado con la detención de una pareja por un presunto delito de maltrato animal.
Los responsables de los animales, un hombre de 42 años y una mujer de 52, identificados como hermanos y residentes en la misma finca, admitieron ser los propietarios de ambos equinos. Sin embargo, reconocieron también que jamás habían recibido atención veterinaria, ni cuidados tan básicos y esenciales como el herrado, una práctica imprescindible para la salud y movilidad de este tipo de animales.
La escena hizo saltar todas las alarmas. Según relatan fuentes policiales, el estado de los animales evidenciaba no solo un abandono reciente, sino una dejadez prolongada en el tiempo. Ante la gravedad de la situación, los agentes solicitaron de inmediato la presencia de un veterinario especializado en grandes animales.
Tanto el caballo como el burro presentaban un cuadro clínico severo de desnutrición, lesiones músculo-esqueléticas crónicas y deformidades óseas compatibles con largos periodos sin atención médica ni alimentación adecuada. El informe pericial concluyó que los daños sufridos son irreversibles en muchos aspectos y que los animales requerirán cuidados veterinarios de por vida.
Con el informe en la mano y tras recabar las pruebas necesarias, la Policía Nacional procedió a la detención de ambos propietarios como presuntos autores de un delito de maltrato animal, tipificado en el Código Penal y castigado con penas de hasta 18 meses de prisión e inhabilitación para la tenencia de animales.
Los animales, por su parte, fueron rescatados y trasladados a una protectora especializada de la provincia, donde están recibiendo cuidados intensivos con la esperanza de una recuperación, aunque parcial, que les devuelva algo de calidad de vida tras años de sufrimiento silencioso.
Este nuevo caso de maltrato ha provocado una oleada de indignación entre colectivos animalistas y vecinos de la zona, que han exigido públicamente una vigilancia más estrecha sobre las explotaciones rurales y una revisión de las penas para quienes maltratan animales de forma sistemática.
Desde la Policía Local de Elche y la Policía Nacional se recuerda la importancia de denunciar cualquier sospecha de abandono o maltrato: "Los animales no pueden hablar ni pedir ayuda. Nuestra labor es ser su voz y actuar con firmeza cuando alguien cruza esa línea".
Mientras tanto, los dos animales luchan por recuperarse en un entorno seguro. La justicia deberá determinar ahora el destino legal de los responsables, pero lo cierto es que la huella de este caso ha reabierto el debate sobre el maltrato animal en zonas rurales y la necesidad de reforzar tanto la vigilancia como la conciencia social.