Las dieciséis grandes ciudades de la Comunidad Valenciana aplican este fin de semana su quinto y último cierre perimetral, que comenzará a las tres de la tarde de este viernes y finalizará a las seis de la mañana del próximo lunes.

Desde el último fin de semana fin de enero, las ciudades de más de 50.000 habitantes de la Comunitat Valenciana (nueve de Alicante, cinco de Valencia y dos de Castellón) tienen prohibida la entrada y la salida durante las 63 horas comprendidas entre el viernes por la tarde y el lunes por la mañana.

Se trata de una medida que se adoptó que reducir la movilidad ante el incremento exponencial de los contagios de coronavirus en la Comunitat Valenciana y que, según explicó ayer el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha permitido reducirla un 74 % en esas ciudades los fines de semana.

Una vez que la Generalitat ha anunciado que a partir de la semana que viene se levantarán estos confinamientos perimetrales, dentro de las medidas para el comienzo de la desescalada de la tercera ola de la pandemia en la Comunitat, el último fin de semana de febrero será a su vez el último con estos cierres.

En la provincia de Valencia, el cierre perimetral de fin de semana se aplica en la capital valenciana, Torrent, Sagunto, Gandia y Paterna; en la de Alicante, en la capital, Alcoy, Benidorm, Elche, Elda, Orihuela, Petrer, San Vicente del Raspeig y Torrevieja, y en la de Castellón, en la capital castellonense y en Villarreal.

Este cierre perimetral, que ha dejado miles de multas en los controles durante las últimas semanas, sólo permite entrar y salir de estas ciudades para lo estrictamente indispensable, como el retorno a la residencia habitual, la asistencia a centros sanitarios o al lugar de trabajo, o el cuidado de personas vulnerables.