El precio del metro cuadrado en Alicante se dispara: ¿estamos en otra burbuja inmobiliaria?

Alicante ha vuelto a dar un golpe sobre la mesa en el tablero inmobiliario nacional. En el primer trimestre de 2025, la provincia ha registrado un total de 13.689 compraventas de viviendas, según los datos publicados por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Esta cifra no solo la sitúa como la tercera provincia con más operaciones de todo el país, superada únicamente por Madrid y Barcelona, sino que consolida su posición como un mercado clave dentro de la Comunidad Valenciana, que ocupa el tercer puesto autonómico en volumen de transacciones con 27.379 operaciones totales.

Pero si hay un dato que destaca por encima del resto es el impacto del comprador extranjero. El 43,67% de las viviendas vendidas en Alicante entre enero y marzo fueron adquiridas por ciudadanos no españoles, un porcentaje que duplica con creces la media nacional (14,1%) y coloca a la provincia en lo más alto del ranking estatal. Ningún otro territorio español concentra tanta demanda foránea como Alicante, que se confirma, una vez más, como el destino preferido de europeos, especialmente británicos, alemanes, belgas y franceses, entre otros. 

 Un mercado en auge pese a la caída general  

A pesar de que el conjunto de la Comunidad Valenciana ha experimentado una leve caída del 0,7% en comparación con el trimestre anterior, Alicante mantiene el pulso y sigue captando compradores. Este comportamiento contrasta con la tendencia de enfriamiento que se observa en otras zonas, donde las subidas de tipos de interés y el encarecimiento de la financiación han frenado parte de la actividad.

En paralelo, los precios en la provincia siguen subiendo. El metro cuadrado de vivienda se sitúa ya en 1.970 euros, por encima de la media autonómica (1.724 €/m²) y muy cerca de los valores que se registraban antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Este aumento se ve acompañado por un incremento del endeudamiento hipotecario medio, que ha subido un 6,4% y alcanza ahora los 122.680 euros por vivienda.

El tipo medio de interés en la Comunidad se sitúa en el 3,2%, ligeramente por encima de la media nacional (3,12%), aunque encadena ya cuatro trimestres consecutivos de bajadas. Además, el 65,74% de las nuevas hipotecas en la región se firman a tipo fijo, lo que refleja una cierta preferencia por la estabilidad en la cuota mensual frente a un mercado de tipos variables aún incierto.

Alicante: un imán para el comprador internacional  

La dimensión internacional del mercado alicantino es ya un fenómeno consolidado. De cada diez viviendas que se venden en la provincia, cuatro son compradas por extranjeros. La Comunidad Valenciana en su conjunto también destaca con un 28,3% de cuota foránea, la segunda más alta de España tras Baleares (30%). Pero ninguna provincia alcanza el nivel de Alicante, que por sí sola representa casi la mitad de la demanda internacional de toda la región.

Los datos del Colegio de Registradores revelan que el 16,38% de los compradores extranjeros en la Comunidad proceden de países de la Unión Europea, el 6,58% del resto de Europa, y en menor medida de África (1,54%) y América del Sur (0,93%).  

¿Burbuja o dinamismo sostenible?  

El crecimiento sostenido de la compraventa en Alicante, sumado a la presión internacional sobre el mercado y el encarecimiento progresivo de la vivienda, ha reabierto el debate sobre la accesibilidad y la sostenibilidad del modelo inmobiliario actual. La cuota hipotecaria media mensual en la Comunidad Valenciana ya alcanza los 599,9 euros, con un esfuerzo medio que supone el 29,2% del salario, una cifra que ha crecido un 0,7% respecto al trimestre anterior.

Aunque aún se está lejos de los niveles críticos previos a 2008, algunos expertos alertan de que la elevada dependencia del comprador extranjero puede generar vulnerabilidades en caso de cambios bruscos en los mercados internacionales, en las políticas de visado o en las condiciones financieras.

Por otro lado, la alta demanda foránea ha contribuido a dinamizar sectores clave como la construcción, la intermediación inmobiliaria, los servicios legales y notariales, o la reforma de viviendas, generando riqueza y empleo en muchos municipios costeros. 

Alicante no solo se mantiene firme como uno de los motores del mercado inmobiliario español, sino que lidera claramente la compraventa dirigida a extranjeros, y se posiciona como un referente nacional por volumen, atractivo y dinamismo. Su capacidad para atraer inversión internacional, incluso en momentos de incertidumbre económica, refuerza su papel protagonista dentro del sector.

El reto ahora está en equilibrar este crecimiento con políticas que garanticen el acceso a la vivienda para los residentes locales y una planificación urbanística sostenible que preserve el entorno y la calidad de vida que, precisamente, hace de Alicante un lugar tan deseado.