Un grupo de entre 50 y 60 personas hace turnos día y noche para acompañar a la Santa Faz en el monasterio que guarda la reliquia. Lo hacen así desde que las monjas clarisas se marcharon del lugar por una reordenación de su comunidad.
Ahora, el párroco del monasterio, José Luis Casanova, asegura que esperan la llegada de otra comunidad de monjas, algo que ocurrirá “seguro”, pero todavía no hay una fecha concreta.
Mientras tanto, la reliquia nunca está sola. Los fieles se organizan en grupos de dos o tres personas para pasar días, noches y fines de semana en el monasterio.
Ante el revuelo generado en las últimas semanas. José Luis Casanova ha querido mandar un mensaje de “serenidad, consuelo y paz”, y recuerda que la Santa Faz sigue abierta y la reliquia permanece, siempre custodiada, en el camarín de siempre.