Los comerciantes de Guadarrama están hartos y exigen soluciones. La oleada de robos no cesa y han decidido echarse a la calle para mostrar con una cacerolada su malestar y pedir más seguridad.

En un mes, 15 establecimientos fueron asaltados. El modus operandi es el mismo en la práctica totalidad de los casos: los ladrones entran a la fuerza cuando el local está vacío, al comenzar el toque de queda, y además de sustraer el efectivo que pueda haber en caja, causan destrozos.

“Lo que pedimos son soluciones. Al principio se nos pidió tranquilidad porque el Ayuntamiento nos dijo que estaba trabajando en ello, hemos dado tiempo pero llevamos cerca de dos meses, esto no para y está creando una sensación de inseguridad tremenda”, dice Nuria, podóloga y una de las convocantes de la concentración.

Sobre los infractores, se cuenta con las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad de algunos establecimientos. Además, ha habido robos en viviendas previamente vigiladas e incluso en vehículos.

Los comerciantes han pedido un refuerzo de la seguridad. “Se está viendo, así se ha dicho en los plenos, la falta de efectivos de Policía Local. En este sentido el alcalde puede ayudar a los vecinos. Una de las soluciones es que se cuente con una plantilla acorde a la población que tenemos”, apunta Nuria, quien como el resto de comerciantes es consciente de las limitaciones que tiene el Ayuntamiento en esta materia.

El alcalde, Diosdado Soto, ha recordado en una de esas sesiones plenarias que se ha pedido también a la Delegación del Gobierno el incremento de agentes destinados al puesto de la Guardia Civil en Guadarrama, una petición común que trasladaron junto con otras localidades el pasado mes de julio. Desde grupos de oposición como Vecinos han insistido al Ejecutivo para que reitere la solicitud dado que siete meses después aún no hay respuesta.