Continúan avanzando las obras de remodelación de la Plaza de Los Belgas con la colocación de los bordillos, losetas de hormigón y adoquinado en la prolongación de la calle Alejandro Alonso Pena, en la zona de los soportales.

El proceso puede seguirse de forma digital desde el Portal de Transparencia de la concejalía de Urbanismo o in situ, como hacen los comerciantes de la zona, los más afectados por estos trabajos.

A pesar de que el equipo de Gobierno dice que las obras marchan al ritmo esperado, los comerciantes creen que van con retraso. Desconfían tanto que desde esta semana en los escaparates de sus negocios lucen unos lazos blancos para recordarle al Ayuntamiento sus compromisos respecto a las obras y el mercadillo.

Es una de las iniciativas que ha adoptado la recién creada Asociación Eje Comercial y Empresarial Los Belgas, que busca unir a todos los establecimientos de la zona.

Los lazos llevan el lema "Las promesas se cumplen", un mensaje dirigido especialmente a la alcaldesa, Mariola Vargas, que ha prometido en numerosas ocasiones que el mercadillo regresaría a la Plaza una vez terminada la remodelación. Muchos empresarios han tomado decisiones respecto a la continuidad de sus negocios contando con que se cumpliría esa promesa.

"Si además de estar sufriendo las obras, con la consiguiente disminución en las ventas que hemos tenido, sumamos que el mercadillo no vuelva, las pérdidas van a ser muy superiores. Si esto nos lo avisan desde el principio, todos habríamos tenido la información para tomar las decisiones de manera adecuada. Ha habido comerciantes que han pedido préstamos personales para compensar pérdidas a la espera de que esto se restaurara, pero si no es el caso, pueden estar abocados al cierre y se van a encontrar con una difícil situación económica", explica Carlos Ruiz, presidente de la Asociación.

LA VUELTA DEL MERCADILLO, EN EL AIRE

El regreso del mercadillo a Los Belgas una vez finalicen las obras ha pasado en unos meses de ser una certeza a una posibilidad muy cuestionada.

El hecho de que a principios de febrero la propia alcaldesa, Mariola Vargas, anunciara un "Plan B" para dinamizar el comercio de la zona si el mercadillo finalmente se queda donde está ahora, en el P-29, encendió todas las alarmas entre los afectados.

Vargas también quiso dejar claro que la ubicación definitiva de los puestos no depende de una decisión política y se hará lo que más convenga a todos, escuchando las distintas opiniones.

Precisamente este lunes por la tarde había prevista una reunión entre la alcaldesa y los presidentes de las comunidades de propietarios de Los Belgas y, a falta de conocer las conclusiones que han extraído la regidora y su equipo de ese encuentro, los comerciantes aseguran que muchos vecinos ya les han transmitido que no están en contra de que vuelva el mercadillo, aunque sí piden que mejoren las condiciones en las que se celebra, que se limiten los ruidos y suciedades que se generan los martes y viernes en la zona y que se cumpla la normativa al respecto de los horarios de montaje de los puestos.