Dieciséis familias participaron este lunes, 5 de abril, en la plantación de los cuatro bosquetes de alcornoques que se han ubicado en Los Builes, en Guadarrama. Una actividad organizada por las concejalías de Medio Ambiente y Juventud que contó, además, con la presencia de Sergio López, director gerente del IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario) y el alcalde, Diosdado Soto.

La jornadatenía como objetivos la reforestación de la zona y despertar en los más pequeños el interés y respeto por el entorno natural.

En grupos de cuatro y en tres horas distintas para evitar aglomeraciones y mantener en todo momento las medidas sanitarias necesarias ante la pandemia por COVID-19, los participantes fueron plantando dos ejemplares juntos. "Se trata de garantizar la supervivencia del mayor número de estos pequeños ejemplares surgidos desde los semilleros del IMIDRA”, asegura Carlos Montero, técnico ambientalista y vecino de Guadarrama.

Las familias identificaron con carteles con su nombre los árboles plantados, a la espera de que, en el futuro, sirvan de ejemplo para seguir cuidando el entorno natural. Además, pudieron conocer las características de la especie, los sistemas de riego que garantizarán su supervivencia y las ventajas que supone la reforestación para mantener de forma adecuada el entorno natural.

El alcornoque es un árbol de aspecto parecido a la encina, de la que se diferencia porque su corteza es más gruesa, esponjosa y ligera, es de hoja persistente y tamaño medio, suelen alcanzar alrededor de unos 20 metros. Junto con los robles, encimas y castaños, el alcornoque integra a la familia de las fagáceas. Su denominación científica es Quercus Suber y generalmente son conocidos por la producción de corcho, puesto que su corteza es usada en la industria para la fabricación de materiales aislantes, gracias a que los alcornoques son capaces de regenerarla. Su hábitat suelen ser laderas y colinas de poca elevación, como es el caso de la zona donde se han plantado en Los Builes.

En total, se plantaron un centenar de alcornoques distribuidos en 25 ejemplares por cada bosquete, así como algunos fresnos y un acebo. Todos ellos procedían de los semilleros que el IMIDRA tiene en su vivero de El Escorial.

Los participantes recibieron al final de la jornada un diploma por su colaboración y una bolsita de semillas de fresno de la Dehesa de Abajo de Guadarrama para que puedan plantarlas en los semilleros y con el paso de un año se puedan devolver, ya como árbol, a ese mismo espacio natural.