Más de 10 bares y restaurantes de Alcorcón se han visto afectados. Este fue el caso de Carlos. Como cada mañana fue a abrir su negocio, el restaurante Jos-Ma, y cuál fue su sorpresa cuando en su terraza no había sillas. Ni en la suya ni en la del bar de al lado. Una broma que les dejó sin poder ofrecer servicio de terraza hasta que pudieron volver a comprarse sillas. Más o menos, entre los dos establecimientos, se hicieron con más de 50 sillas de aluminio.

Pero, ¿para qué las roban?

Las sillas de aluminio en muchos casos se funden, o se revenden. Si tenemos en cuenta que el precio medio de las sillas de aluminio son unos 30 euros por unidad, estamos hablando de bastante dinero. El restaurante Urbión, cerquita del de Carlos, también sufrió robos dos días después. En su caso robaron más de 120 sillas de plástico, que aunque no cuestan lo mismo, son algo más baratas, también es una gran pérdida económica y material. Así que ahora, todos han tomado medidas de precaución. Y o bien las guardan dentro del negocio, o las atan lo mejor que pueden con cadenas. Aunque, tal y como nos ha contado Juan Carlos, el dueño de Urbión, a veces ni por esas.

Estos robos no son casos aislados, se suman a los de Coslada y San Fernando. Así que ahora lo único que piden es que no vuelva a suceder para poder seguir trabajando.