El misterio de los árboles blancos: la razón por la que se pintan sus troncos
Esta práctica, común en zonas rurales de climas cálidos, responde a motivos de protección para el árbol y a un extendido mito sobre la seguridad vial
Barcelona - Publicado el
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Es una imagen familiar en muchas zonas rurales y urbanizaciones de climas cálidos: hileras de árboles cuyos troncos lucen una capa de pintura blanca desde la base hasta media altura. Aunque es una estampa recurrente, no todo el mundo conoce el propósito de esta práctica, que combina la sabiduría popular del campo con principios científicos. Según explica el divulgador y autor del libro "Ya está el listo que todo lo sabe", Alfred López, esta técnica, conocida como encalado, responde a varias razones fundamentales centradas en la protección y salud del árbol, aunque también está rodeada de alguna que otra leyenda urbana. La elección del color blanco no es casual, y su aplicación tiene efectos directos sobre la corteza, la temperatura y la interacción del árbol con su entorno, especialmente con los insectos.
Una barrera protectora contra el sol y los insectos
La razón principal para pintar los troncos de blanco es proteger la corteza del sol. El color blanco tiene un alto poder reflectante, lo que significa que repele la mayor parte de la luz solar y, con ella, el calor. Esta capa reflectante evita que la corteza se sobrecaliente durante los días de calor extremo, un fenómeno que puede provocar la aparición de grietas y fisuras. Estas heridas no solo dañan la estructura del árbol, sino que también se convierten en una puerta de entrada para enfermedades y plagas. Este método es especialmente útil en áreas con cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche, ya que ayuda a estabilizar la temperatura interna del tronco y previene el estrés térmico en árboles que no están completamente adaptados a esas condiciones climatológicas.
Además de su función termorreguladora, la cal o la pintura específica utilizada actúa como una eficaz barrera contra insectos y parásitos. La textura y composición de esta capa dificulta que ciertos insectos, como los barrenadores o las hormigas, aniden en las hendiduras de la corteza o depositen sus huevos en ella. Al sellar pequeñas grietas, se elimina un refugio potencial para estas plagas, contribuyendo a la salud general del árbol sin necesidad de recurrir a pesticidas más agresivos. Se trata de una estrategia de control de plagas tradicional y preventiva que ha demostrado su eficacia a lo largo de generaciones en el mundo rural.
El mito de la conducción nocturna
Una de las creencias más extendidas, y que el experto Alfred López cataloga como leyenda urbana, es que los troncos se pintan de blanco para mejorar la visibilidad de los conductores durante la conducción nocturna. La idea es que las hileras de troncos blancos a los lados de la carretera funcionarían como balizas improvisadas, delimitando el camino. "Se dice que era para facilitar la conducción nocturna, pero forma parte más bien de la leyenda urbana", aclara López. Aunque visualmente podría tener cierto sentido, no es la función principal ni la razón por la que esta práctica se generalizó en el ámbito agrícola y forestal.
Su uso para facilitar la conducción nocturna forma parte más bien de la leyenda urbana"
Esto no excluye que, en casos puntuales, alguien pueda utilizar este recurso con fines de visibilidad en un entorno privado. Por ejemplo, el dueño de una finca podría pintar los árboles que bordean un camino particular para poder orientarse mejor en noches oscuras o con luna llena. Sin embargo, esto sería una aplicación anecdótica y no el propósito técnico y extendido de la práctica, que, como se ha explicado, tiene sus raíces en la fitosanidad y la protección del propio árbol. En algunos contextos, también se ha empleado con fines puramente estéticos o para delimitar zonas ajardinadas, pero estas son funciones secundarias.
A pesar de sus beneficios, el encalado de árboles no está exento de críticas si no se realiza adecuadamente.
La importancia de la pintura correcta
A pesar de sus beneficios, el encalado de árboles no está exento de críticas si no se realiza adecuadamente. Algunos expertos advierten del peligro de usar productos inadecuados. No vale cualquier pintura blanca; es fundamental emplear preparados específicos que no dañen al árbol. El uso de pinturas plásticas o acrílicas es totalmente desaconsejable, ya que crean una capa impermeable que impide la correcta respiración de la corteza, un proceso vital para la salud del árbol. Tal como señalan los especialistas, "ciertas pinturas pueden interferir en la respiración del árbol o dañar la corteza".
Ciertas pinturas pueden interferir en la respiración del árbol o dañar la corteza"
La solución pasa por utilizar pinturas naturales y porosas o, más tradicionalmente, una lechada de cal, que es un desinfectante natural y permite el intercambio de gases. Estos productos específicos están diseñados para adherirse a la corteza sin asfixiarla, garantizando que los beneficios superen con creces los posibles riesgos. Por lo tanto, antes de decidirse a pintar los troncos de un jardín o huerto, es crucial informarse sobre los productos adecuados para no causar un daño irreparable al árbol bajo la premisa de protegerlo. La clave está en una aplicación correcta con materiales que respeten la biología del ser vivo.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.