Estas son las diez calas románticas y solitarias para ir en pareja este verano en Cataluña
Se recomienda llevar calzado cómodo, agua, protección solar y evitar las horas punta.

Cala Estreta, Palamós
Barcelona - Publicado el
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Cuando llega el verano y el calor aprieta, muchos soñamos con desconectar en algún rincón perdido de la costa, lejos del bullicio, de las sombrillas apelotonadas y del sonido constante de neveras portátiles abriéndose. Y si además vamos con nuestra pareja, ese deseo se multiplica: buscamos rincones mágicos donde el mar susurre, el sol acaricie y podamos estar tranquilamente sin distracciones. Por suerte, Cataluña esconde verdaderos paraísos junto al mar, calas escondidas entre acantilados o bosques mediterráneos, donde solo se escucha el sonido de las olas. Estas son las 10 calas más románticas y solitarias para escaparte este verano:
Cala S'Alguer (Palamós, Girona)
Esta pequeña cala con antiguas casitas de pescadores pintadas de colores, parece detenida en el tiempo. No es de las más desconocidas, pero si vas temprano o al atardecer, puedes disfrutar de una intimidad especial. La combinación de historia, naturaleza y mar crea un ambiente mágico.
Cala Futadera (Tossa de Mar, Girona)
Le dicen "la cala de los 300 escalones", pero la recompensa vale cada peldaño. Accesible solo a pie o en barco, esta joya escondida entre acantilados con aguas turquesas es perfecta para parejas aventureras. No hay chiringuitos ni duchas, solo tú, tu pareja y el Mediterráneo.
Cala Foradada (L'Ametlla de Mar, Tarragona)
Un rincón secreto incluso para muchos catalanes. Para llegar tendrás que caminar entre pinares, pero la sorpresa al final del camino lo compensa: una cala pequeña, protegida por rocas, con una cueva natural y una tranquilidad difícil de igualar.
Cala Tavallera (Parque Natural del Cap de Creus, Girona)
Si buscáis desconectar de verdad, esta cala es para vosotros. Solo se puede llegar caminando desde Port de la Selva o en kayak. Pero ese aislamiento garantiza una experiencia completamente única: aguas limpias, naturaleza salvaje y el silencio más romántico.

Cala Taballera
Cala Crancs (Salou, Tarragona)
Aunque Salou suene a turismo masivo, esta pequeña cala rompe todos los prejuicios. Es acogedora, con forma de concha, rodeada de vegetación y con un ambiente muy tranquilo al atardecer. Perfecta para parejas que no quieren alejarse demasiado de los servicios pero buscan intimidad.
Cala Estreta (Palamós, Girona)
Su nombre lo dice todo: estrecha, íntima y con un encanto natural que enamora. No hay cobertura, ni bares, ni construcciones. Solo arena dorada, mar cristalino y el sonido del bosque que llega hasta la orilla. Un lugar para olvidarse del reloj.
Cala del Senyor Ramon (Santa Cristina d’Aro, Girona)
Con aguas azul profundo y un acceso un poco más escondido, esta cala de piedras tiene una belleza dramática. Es más amplia que otras de la lista, pero por su ubicación suele estar poco concurrida. Ideal para pasar un día entero a solas.
Cala Fonda – Waikiki (Tarragona)
Situada en el corazón del bosque de la Marquesa, esta cala nudista —aunque no obligatoria— transmite una libertad difícil de explicar. El entorno natural y el ambiente relajado crean una sensación de desconexión total. Eso sí, preparad calzado cómodo para llegar.
Cala Canyers (Calella de Palafrugell, Girona)
Es una de las calas más pintorescas de la Costa Brava. Pequeña, recogida, rodeada de vegetación y con algunas casitas marineras que completan una postal perfecta. A pesar de estar cerca del núcleo urbano, su acceso algo más escondido garantiza tranquilidad.
Cala Xelida (Tamariu, Girona)
Una cala pequeña, de difícil acceso pero con una belleza que corta la respiración. Arena clara, aguas tranquilas y un entorno virgen que invita a quedarse horas. No es raro ver parejas compartiendo confidencias o contemplando el atardecer sin decir palabra.
Consejos para disfrutar sin agobios
Lleva calzado cómodo, agua, protección solar y, si puedes, evita las horas punta. Muchas de estas calas están en espacios protegidos: respetad el entorno, recoged vuestra basura y no uséis música alta. El silencio también es parte del encanto.