¿Paracetamol o ibuprofeno? Cuándo tomar cada uno y por qué es importante saber la diferencia
Son dos de los medicamentos más utilizados en el mundo, pero muchas veces se usan de forma indistinta sin tener en cuenta sus diferencias
Paracetamol
Barcelona - Publicado el
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En el botiquín de millones de personas, el paracetamol y el ibuprofeno ocupan un lugar fijo. Son dos de los medicamentos más utilizados en el mundo para aliviar el dolor y la fiebre, pero muchas veces se usan de forma indistinta, sin tener en cuenta sus diferencias. Sin embargo, elegir el fármaco adecuado según el síntoma o la condición puede marcar la diferencia en la recuperación y en la salud general.
El paracetamol es un analgésico y antipirético. Esto significa que está indicado para aliviar el dolor leve a moderado —como dolores de cabeza, musculares, dentales o menstruales— y para reducir la fiebre. Actúa directamente en el sistema nervioso central, interfiriendo con las señales de dolor, pero no tiene propiedades antiinflamatorias.
Por ello, el paracetamol es la mejor opción cuando el dolor o la fiebre no están relacionados con una inflamación. También es generalmente más seguro para personas con problemas gástricos, cardiovasculares o para quienes toman anticoagulantes, ya que no irrita el estómago ni afecta la coagulación de la sangre.
¿Qué dosis?
Cuando tomamos un medicamento, salvo que el médico nos lo haya pautado de otra forma, es necesario optar por la dosis más baja posible, que en el caso del paracetamol es de entre 500 y 650mg, cada 6 u 8 horas.
¿Tiene efectos secundarios?
Por lo general, es bastante seguro, pero no está aconsejado para personas con problemas de hígado.
Por su parte, el ibuprofeno es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE). Además de ser analgésico y antipirético, su acción antiinflamatoria lo hace especialmente útil en casos donde el dolor está acompañado por inflamación. Es el tratamiento de elección para afecciones como dolores articulares, lesiones musculares, esguinces, artritis, dolor menstrual intenso o dolores por golpes.
El ibuprofeno actúa inhibiendo las prostaglandinas, unas sustancias responsables de la inflamación y del dolor. Sin embargo, puede irritar la mucosa gástrica y afectar la función renal, especialmente si se toma en dosis altas o por periodos prolongados. Por ello, no se recomienda en personas con antecedentes de úlceras, insuficiencia renal o enfermedades cardiovasculares sin supervisión médica.
¿Qué dosis?
Igual que pasa con el paracetamol, siempre se recomienda la mínima necesaria, y si no es suficiente se puede aumentar algo. En caso de adolescentes, la dosis es de 200 mg y en adultos, con 400 mg es suficiente. En el caso de los niños, depende de la edad y peso. Lo mejor es seguir la prescripción del pediatra o la del prospecto del propio medicamento.
Además, especialistas en medicina familiar y comunitaria alertan de que nos medicamos demasiado en casa y que utilizamos demasiado a menudo sin pensar el ibuprofeno, a veces no correctamente, por lo que hay que ser conscientes de lo que nos estamos tomando.
¿Tiene efectos secundarios?
Puede causar irritación en el estómago. Por eso, suele estar desaconsejado para personas con úlceras estomacales y se suele recomendar que se tome junto con alimentos. Cuando debe tomarse durante un tiempo prolongado, se suele recetar un protector gástrico para reducir su impacto en el estómago. Nunca debe combinarse con alcohol y en personas con hipertensión o enfermedad cardiovascular, hay que tener mucho cuidado y solo tomarlas por prescripción médica, porque puede comprometer el control de la enfermedad.
¿Se pueden combinar?
En algunos casos específicos, como fiebres muy altas o dolores intensos en niños o adultos, los médicos pueden recomendar alternar paracetamol e ibuprofeno cada ciertas horas. Esto debe hacerse solo bajo supervisión médica, ya que tomar ambos medicamentos sin control puede aumentar el riesgo de efectos adversos.
Por ejemplo, no se debe exceder la dosis recomendada: El paracetamol en dosis altas puede causar daño hepático grave y el ibuprofeno, por su parte, puede afectar los riñones y el estómago.
También es importante leer las etiquetas: Muchos medicamentos de venta libre para la gripe y el resfriado contienen paracetamol, por lo que es fácil tomarlo en exceso sin darse cuenta.
Y por último, en cualquier caso se debe consultar al médico: Si el dolor o la fiebre persisten más de tres días, lo mejor es acudir a un profesional. También es importante consultar en caso de enfermedades previas o si se toman otros medicamentos.