La muerte de la pareja y el estrés económico se asocian con el Alzheimer

El estrés crónico también tiene efectos negativos sobre el cerebro

alzheimer

Algunas situaciones vitales estresantes pueden tener un impacto negativo en la salud

Yolanda Bernal

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

Hay acontecimientos vitales estresantes que pueden llegar a tener un impacto negativo en la salud cerebral. Hablamos concretamente del duelo por la pérdida de la pareja, que se relaciona con alteraciones en procesos biológicos vinculados al Alzheimer. También el paro y las pérdidas económicas se asocian con diferencias estructurales en el cerebro.

Son las principales conclusiones de un estudio fruto de la colaboración entre el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el BarcelonaBeta Brain Research Centre (BBRC). Los resultados, que se han publicado en la revista 'Neurology', destacan diferencias en la respuesta cerebral en los acontecimientos estresantes, según el género y el nivel educativo.

1.200 participantes

En el estudio han participado 1.200 personas que no sufrían deterioro cognitivo pero la mayoría de ellas contaban con un historial familiar de Alzheimer.

Se estudiaron las diferencias en el volumen de la materia gris cerebral mediante resonancia magnética y analizaron biomarcadores del Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo, como la proteína beta amiloide.

En la enfermedad del Alzheimer, los cambios en el cerebro, como la alteración en los niveles de ciertas proteínas, pueden producirse años antes de la aparición de los primeros síntomas. Por ejemplo, se observa una proporción más baja de beta amiloide 42/40, un indicador que compara las concentraciones de dos formas de la proteína. También se detectan niveles más altos de tau fosforilada, que produce daño neuronal, y de neurogranina, que aumenta cuando se pierden conexiones entre neuronas.

RESULTADOS

El fallecimiento de la pareja se asocia con cambios en estos biomarcadores: menor proporción de beta amiloide 42/40, efecto que fue "más pronunciado" en hombres, y niveles más altos de tau fosforilada y neurogranina, que se notó más en mujeres; y todas estas alteraciones se acentuaron más en personas con menor nivel educativo. En este caso, la afectación es mayor entre los hombres porque suelen tener menos relaciones cercanas, y esto hace que la pérdida de la pareja suponga un mayor aislamiento.

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Hay factores de riesgo que pueden acelerar la aparición del Alzheimer

El desempleo y las pérdidas económicas se relacionaron con una reducción del volumen de la materia gris en regiones cerebrales clave para la regulación emocional y cognitiva.

Estos efectos también mostraron diferencias según el género: en el caso del desempleo, afectó más al cerebro de los hombres; mientras que las pérdidas económicas tuvieron un mayor impacto estructural en el cerebro de las mujeres. Esto tiene mucho que ver con que, históricamente, las mujeres han tenido menos seguridad financiera. Además, las mujeres sueles reconocer niveles más altos de preocupación econòmica, y ello repercute en su bienestar mental general.

Un estudio anterior del grupo ya mostró que la exposición a eventos vitales estresantes en la mediana edad "puede aumentar la vulnerabilidad ante el Alzheimer", sin embargo las mujeres y las personas con menor nivel educativo sufren más eventos vitales estresantes.

EL ESTRÉS CRÓNICO TAMBIÉN ES UN FACTOR DE RIESGO

Las situaciones estresantes, especialmente cuando se vuelven crónicas, pueden influir significativamente en el desarrollo y progresión del Alzheimer.

Un neurólogo de Vithas dice que el Alzheimer no se puede curar, pero los tratamientos pueden ralentizar su progresión

El cortisol que genera el estrés puede dañar neuronas

Cuando una persona experimenta estrés de forma prolongada, el cuerpo libera constantemente cortisol, una hormona que, en exceso, puede tener efectos negativos sobre el cerebro. En forma de daño neuronal, porque el cortisol puede dañar neuronas, especialmente en el hipocampo (una región clave para la memoria). Pero también con una inflamación crónica porque el estrés sostenido promueve procesos inflamatorios que afectan a la salud cerebral.

Los expertos recomiendan estrategias para reducir el impacto del estrés en el cerebro. Por ejemplo, mantener una vida social activa, dormir bien, hacer ejercicio regularmente y buscar apoyo emocional y profesional cuando sea necesario.

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