Las letras “prohibidas” en las matrículas españolas: cuáles son y por qué
El sistema vigente evita ciertas vocales y consonantes para impedir combinaciones inapropiadas y confusiones administrativas

Las letras “prohibidas” en las matrículas españolas: cuáles son y por qué
Barcelona - Publicado el
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Desde el año 2000, las matrículas de vehículos en España se rigen por un sistema alfanumérico compuesto por cuatro números y tres letras. En este formato, hay nueve letras excluidas de uso: las cinco vocales (A, E, I, O, U), la Ñ, la Q, y los dígrafos CH y LL. Estas letras no aparecen en las combinaciones que se asignan.
¿Por qué estas letras no están permitidas?
Las razones son varias. Por un lado, se busca evitar la formación de palabras malsonantes o siglas polémicas —como “PIS” o “ANO”— que puedan causar situaciones incómodas. Por otro, algunas consonantes generan confusión visual: la Q puede confundirse con la O, la Ñ con la N, etc. También se dejan fuera los dígrafos CH y LL, que ya no se consideran letras independientes en el alfabeto actual.
Cómo funciona el sistema actual
Las matrículas empezaron con la combinación BBB en el año 2000 y avanzan de manera secuencial, saltándose las letras prohibidas. De este modo, las únicas letras disponibles son las consonantes restantes: B, C, D, F, G, H, J, K, L, M, N, P, R, S, T, V, W, X, Y y Z. Gracias a los cuatro dígitos iniciales y a estas consonantes, se obtiene un abanico muy amplio de combinaciones, suficiente para los coches que se matriculan cada año.
Implicaciones legales y prácticas
La normativa exige que las matrículas sean claras, legibles y sin alteraciones. Cualquier manipulación o intento de ocultar letras puede derivar en sanciones. Además, al excluir vocales y consonantes problemáticas, se evita la aparición de matrículas con expresiones ofensivas, siglas no deseadas o parecidas a otros caracteres.
Posibles cambios de cara al futuro
Con el crecimiento del parque automovilístico, el margen de combinaciones disponibles se va reduciendo. Entre las propuestas que se barajan está la de reincorporar ciertas letras excluidas o añadir un dígito o carácter adicional. Esto permitiría que el sistema continúe siendo viable durante las próximas décadas.



